Un nuevo e indignante video muestra más detalles que contradicen las primeras versiones de los policías que participaron en el operativo en el que murió George Floyd, en Minneapolis.
Los agentes policiales, que ahora están siendo investigados, expresaron en un principio que Floyd se había resistido a la detención.
Pero las imágenes obtenidas de una cámara de seguridad cerca de la zona de detención contradicen lo que afirman los agentes pues, en ningún momento se evidencia resistencia por parte de la víctima.
En el video se puede ver claramente cuando el hombre es obligado a bajar del coche por un policía, y colocado contra la pared.
Seguidamente, el detenido conversa con los agentes. Éstos lo sujetan entre dos y lo llevan contra la patrulla.
En lugar de subirlo al coche policial, los uniformados tiraron al suelo a Floyd. Durante varios minutos, el policía Derek Chauvin presionó sobre el cuello de la víctima con su rodilla izquierda.
Se escucha cuando Floyd grita mientras agoniza: “Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor”.
Este video ha sido divulgado en las últimas horas por CNN se puede ver el intercambio de palabras entre la policía y Floyd, mientras éste agonizaba, y el reclamo de los transeúntes para que dejaran de someterlo.
Se puede apreciar como el oficial mantiene su rodilla sobre su cuello y apenas le responde que se relaje. “¿Qué quieres”, agrega el agente. “No puedo respirar”, reitera, desesperado, Floyd.
Hasta que en un momento protagoniza un cruce con un transeúnte. “Míralo, no está resistiéndose al arresto. Pónganlo en la patrulla”, dice el hombre. Y una mujer agrega: “¿Cuánto tiempo más van a someterlo? Su nariz está sangrando”.
El “no puedo respirar” de Floyd se ha convertido en el grito de las protestas de los últimos días en Minneapolis que se han extendido a decenas de ciudades del país y el mundo que han visto indignados este suceso.
El agente policial que aparece en el video con la rodilla presionando el cuello de Floyd fue acusado el viernes 29 de mayo de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario.
Se encuentra actualmente detenido en la cárcel del condado de Ramsey.
Es el primer oficial blanco en Minnesota en ser procesado penalmente por la muerte de un civil de raza negra.
La sentencia máxima por asesinato en tercer grado es de 25 años; el máximo para homicidio involuntario de segundo grado es de 10 años.
De momento, los otros tres policías involucrados en la detención también fueron despedidos, pero no han sido arrestados ni acusados.