La chica se identificó con un apellido falso para evitar ser encontrada por su familia

Barcelona: encuentran dentro de un coche humeante a una joven francesa desaparecida

La Guardia Civil había colgado una orden internacional para encontrarla

Barcelona: encuentran dentro de un coche humeante a una joven francesa desaparecida
La francesa desaparecida PD

Encuentran a la joven francesa desaparecida en Barcelona.

La chica, de apenas 23 años, fue hallada hallada el pasado 8 de junio en el interior de un coche humeante aparcado en la Avinguda del Paral·lel.

Hasta la fecha, la investigación apunta a que había encendido una bengala náutica al manipularla, tal vez, sin querer.

Se encuentra a salvo ingresada en la unidad psiquiátrica de un hospital de la ciudad. 

La mujer de las bengalas encontrada por los Mossos d’Esquadra dio un apellido falso a los agentes, lo que retrasó su identificación.

ser interrogada por los agentes, la mujer, que no iba identificada, respondió con un discurso inconexo que provocó que estos comprobaran los datos del vehículo.

Pertenecía a un dueño que, al ser contactado por los Mossos, aseguró que había denunciado la sustracción del coche y confirmó que en su interior guardaba bengalas náuticas.

La joven fue arrestada y trasladada a la comisaría de Les Corts.

Al ingresar en los calabozos, los agentes se percataron de que necesitaba atención psiquiátrica y fue trasladada a un hospital donde actualmente sigue ingresada.

El problema fue que al ser fichada en la comisaría –donde se le tomaron huellas dactilares que todavía no habían permitido identificarla– dio su nombre de verdad pero un apellido falso, algo que resultaría clave para que su familia desde Francia, al no poder contactar con ella y no constar que había sido arrestada, la diera por desaparecida.

Tres días después, la Guardia Civil colgó la orden internacional y SOS Desaparecidos pidió colaboración ciudadana.

Una agente de la sala regional de Barcelona conocía la historia de la detención de esta joven, de quien los agentes que la contaron destacaron su peinado: lucía trenzas de colores larguísimas, hasta la cintura.

Esta funcionaria fue una de las que recibió el encargo de comprobar si alguien había denunciado a los Mossos la desaparición de L.P..

Al observar la fotografía enviada por el instituto armado, vio las trenzas y también el nombre completo. Contactó con la unidad de detenidos y les mandó la fotografía.

«¿La joven de las trenzas localizada el lunes es la de la fotografía?», les preguntó. Los policías respondieron que era ella.

Así finalizó la compleja historia.

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