Un hombre de Gales (Reino Unido) fue sentenciado a cadena perpetua luego de matar a su amigo, cuando se enteró que era el amante de su mujer.
Se trata de Andrew Jones, de 53 años, quien le disparó en la cara con un rifle a Michael O’Leary, de 55 años, causándole la muerte.
Fueron amigos por cerca de 25 años, y ahora deberá pasar al menos 30 años en prisión para considerarse su libertad condicional, informó en un comunicado el Servicio de Enjuiciamiento de la Corona (CPS, por su siglas en inglés).
El crimen ocurrió el pasado 27 de enero en una granja aislada en el pueblo de Cwmffrwd, en el sur de Gales, donde Jones le disparó a O’Leary con un rifle Colt .22.
El acusado envolvió el cuerpo de la víctima en un plástico, lo guardó en el maletero de su camioneta, lo mantuvo oculto y al día siguiente lo incineró.
Para no levantar sospechas, hundió el vehículo de Michael en un río, junto con sus llaves y su teléfono móvil, pero antes le escribió un mensaje a la esposa de su víctima desde ese teléfono haciéndose pasar por él para que pensara que se había suicidado, recogen medios locales.
El asesinato fue cuidadosamente premeditado. Al saber Jones que su mujer, Rhiannon, y Michael mantenían relaciones sexuales tras haber comenzado una aventura cuando iban al gimnasio, planeó una emboscadapara reunirse con su amigo.
Andrew señaló que el día del homicidio se había citado con Michael y que había llevado un arma para «asustarlo», la cual en medio de una discusión se había disparado y había herido de muerte a su amigo.
Desde el CPS aseguraron que lo que hasta ese momento parecía un trágico accidente resultó ser en realidad un crimen «organizado cuidadosamente».
Fue «claramente una emboscada planeada», aseguró la jueza del caso.
En la escena del asesinato fueron encontrados cuatro casquillos de bala que provenían de un rifle hallado en la casa del asesino, además de manchas de sangre en un montacargas y restos del cadáver en el fondo de un barril en el patio de Jones.
También de extensas excavaciones e investigaciones se descubrieron pequeños fragmentos de hueso quemado.
La esposa del fallecido, admitió que ella y su marido llevaban tiempo teniendo problemas matrimoniales y que le seguía amando a pesar de su aventura con la esposa de Jones.
El hombre negó los hechos en todo momento y se enfrentó a las duras palabras de Wayne en el juicio, el hijo de Michael, que le dijo que siempre le iban a recordar «como a un monstruo».