La noticia podía haber sido perfectamente fechada un 28 de diciembre de 2020.
Pero no, no se trata de ninguna inocentada. Real como la vida misma y que deja ver qué clase de fauna pulula por cualquier rincón de España.
Pongámanos en situación. Alicante, provincia que, como el resto de la Comunidad Valenciana, tiene unas duras restricciones por mor de la pandemia por el coronavirus.
Aparte de no poder salir ni entrar de la región, salvo los supuestos tasados y justificados, también existe un toque de queda que dos hermanos decidieron que era buena idea incumplir.
Ambos, amén de saltarse la norma, también iban más cargados que un piojo y, obviamente, fueron comprando todas las papeletas para ser pillados por un control policial.
Dicho y hecho, la Policía Local los hizo detener el vehículo para requerirles el justificante de por qué estaban en la calle fuera del horario delimitado y cuando comprobaron que no solo no tenían motivo para saltarse el toque de queda, sino que además iban cocidos de alcohol, les pidieron soplar para ver qué tasa de alcohol llevaban.
Se habían saltado el toque de queda e iban tan ebrios que se pusieron a hacer flexiones para disminuir el alcohol en sangre. Al final más de 1000€ de multa a esta pareja de hermanos en Valencia pic.twitter.com/AkXCat8ETa
— ?️?Rubén López ?? (@rubenlodi) December 21, 2020
Sin embargo, en un alarde de alocada ocurrencia, ambos hermanos trataron de rebajar la tasa de alcoholemia que a buen seguro el aparato iba a arrojar tratando de hacer flexiones.
El resultado final fue que no solo se llevaron una ‘felicitación navideña en modo de multa de 1.000 euros, sino que además vieron como los agentes les retiraron el carnet de conducir.
Si algún productor de Hollywood está ojo avizor, igual puede hacer la tercera parte de ‘Dos tontos muy tontos‘. Estos dos hermanos, desde luego, ha demostrado ser bobos supinos, amén de unos irresponsables de tomo y lomo.