"Eso quiero, que te mueras"

El fiscal pide 26 años de cárcel para el facineroso que maltrataba, amenazaba y violaba a su madre

La mujer de 72 años había acogido a su hijo en su domicilio de Gipuzkoa "por pena" cuando salió de la cárcel

El fiscal pide 26 años de cárcel para el facineroso que maltrataba, amenazaba y violaba a su madre

El tipejo, de 51 años y con nutrido historial penitenciario, se enfrenta a una petición de 26 años de cárcel por parte de la Fiscalía.

Se le acusa de maltratar, amenazar y violar a su madre de 72, así como de agredirla sexualmente en dos ocasiones en el domicilio donde la mujer lo había acogido «por pena» cuando salió de la cárcel.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, los hechos ocurrieron entre marzo y abril de 2018, período durante el que el procesado mantuvo «discusiones habituales» con su madre, a la que presuntamente le decía frases como «hija de puta» y «a ver si te mueres», al tiempo que le amenazaba con matarla a ella y a su perro, tras lo que pensaba «mear en su propia tumba».

En concreto, el 18 de abril de 2018 presuntamente le tapó con fuerza la boca, le pegó varios puñetazos en la cara, el pecho y la cabeza y, mientras la mujer le advertía de que iba a matarla, supuestamente le respondió: «eso es lo que quiero, hija de puta, que te mueras».

Asimismo, durante el citado período de tiempo, el hombre, que padece un trastorno por consumo de cocaína, se habría metido en tres ocasiones en la cama de su progenitora, «con la intención de mantener relaciones sexuales», en la primera de las cuales presuntamente llegó a violarla, mientras que en la segunda la sometió a distintos frotamientos y en la tercera «no llegó a haber contacto físico» por la «contumaz» resistencia de la víctima.

A raíz de estos hechos, por los que la acusación particular que ejerce la madre reclama 19 años y medio de prisión, la mujer sufre «afectación psicológica» y «una gran vulnerabilidad psicoafectiva», entre otras dolencias.

La víctima denunció lo ocurrido el 18 de abril de 2018, fecha en la que un juzgado de San Sebastián dictó una orden de protección que el hombre ha infringido en una ocasión, aunque también tiene abierto un segundo proceso judicial por otro presunto quebrantamiento.

El primero de ellos (por el que ya ha sido condenado a cuatro meses de cárcel) ocurrió el 27 de agosto de 2019, cuando el inculpado llamó a una comisaría de la Ertzaintza asegurando que iba a matar a su progenitora, lo que obligó a los policías a avisarla por teléfono y a acudir a su domicilio «a fin de garantizar su seguridad».

El segundo, el 8 de agosto de 2020, día en el que el procesado presuntamente se cruzó con su víctima en una calle de San Sebastián, se paró y se le quedó «mirando», hechos por los que se le ha incoado un nuevo proceso que aún no se ha resuelto.

En este contexto, la acusación particular y la Fiscalía de Gipuzkoa reclamaron el pasado enero que el hombre fuera ingresado «de forma urgente» en prisión provisional a la espera de juicio, debido a la «entidad» de los hechos que se le imputan, al riesgo de fuga, a la avanzada edad de la mujer y al «terror fundado que tiene a salir a la calle» por la posibilidad de «reiteración delictiva» de su hijo.

No obstante, la Audiencia de Gipuzkoa decidió no acordar esta medida y la sustituyó por la implantación de una pulsera de control telemático que finalmente no ha sido posible ejecutar, por lo que en la actualidad el procesado solo está sometido a la prohibición de acercamiento y comunicación con la víctima, a la espera de juicio, han informado fuentes jurídicas.

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