Duele y da asco. Produce malestar escuchar la noticia, como nos pasa con todo lo relacionado con los delitos que afectan a niños.
Los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León están investigando el entorno de una niña de 4 años a la que los facultativos han diagnosticado una enfermedad venérea.
Se trata de un análisis que llevan a cabo con la colaboración de la madre de la menor.
Según han informado fuentes de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, los Servicios Sociales redactarán un informe sobre la situación de la pequeña y lo remitirán a la Fiscalía.
La investigación, de la que se ocupa el Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid, se inició el pasado 26 febrero después de que el hospital al que la mujer llevó a su hija pusiera los hechos en conocimiento del Juzgado mediante una llamada telefónica, han informado este martes fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
El órgano judicial ofició entonces a la Fiscalía y a la Policía para que se practicaran las diligencias correspondientes encaminadas al esclarecimiento de los hechos, mientras el informe forense recibido en el Juzgado solo recoge la enfermedad de transmisión sexual y no aprecia ninguna otra lesión en la menor.
De las primeras indagaciones se desprende que los hechos investigados pudieron ocurrir en el extranjero, durante un viaje en el que la niña acompañó a su progenitora para visitar a otras personas.
El sospechoso es la pareja sentimental de la madre que reside en América, han precisado fuentes del TSJCyL.
Fuentes de la Consejería de Familia han detallado que, en función de los protocolos establecidos en esta comunidad, los facultativos tienen obligación de comunicar en primer lugar a los Servicios Sociales si sospechan de un caso de maltrato «grave» -al parecer en este caso no apreciaron esta situación.
Desde este departamento han adelantado que aunque la niña no se encuentra en una situación de desprotección o desamparo, los Servicios Sociales harán un seguimiento de la situación de la pequeña.
