Lo ha adelantado la Cadena COPE y se lo confirmamos en Periodista Digital: La autoridad judicial que investiga el caso de las niñas presuntamente asesinadas por su padre en Tenerife autorizará en los próximos días el cese de las operaciones de rastreo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño en busca de los cuerpos del presunto asesino Tomás Gimeno. y su hija Anna, al llegar a la conclusión, tanto la instructora como el responsable de operaciones de la embarcación, de que es “imposible” continuar con el rastreo ante lo escarpado del terreno submarino.
La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número dos de Santa Cruz de Tenerife, órgano competente para la investigación del caso, ha tomado este jueves 30 de junio esta decisión, tras haber recibido un informe del responsable de operaciones del barco que califica de “completamente inabordable” la exploración en la zona en donde hipotéticamente podrían localizarse nuevos resultados.
Es la peor noticias para la madre, que esperaba (al menos) recuperar el cuerpo de su exmarido, Tomás, y asesino de sus dos hijas para cerrar así esta terrible historia. Tal y como han explicado fuentes de la investigación a Periodista Digital, Beatriz, la madre de las dos niñas, había perdido casi toda esperanza de encontrar el cuerpo de la más pequeña de sus hijas, pero estaba convencida de que tarde o temprano los investigadores hallarían el cuerpo de Tomás Gimeno.
Esta decisión cambia la historia de este luctuoso suceso para siempre, ya que –como ocurriera con Antonio Anglés, el supuesto autor de la muerte de las llamadas niñas de Alcasser– siempre quedará la duda de si Tomás Gimeno se quitó la vida, como parece, o si trazó un plan de fuga y se encuentra vivo en algún lugar.