Todos los detenidos tienen edades comprendidas entre los 20 y los 25 años y los datos recopilados no apuntan a un crimen de odio por homofobia

Capturan a un cuarto joven por la muerte de Samuel: se quedó con su móvil tras la brutal paliza

Los agentes señalan a dos de ellos como los presuntos agresores principales de la paliza que acabó con la vida de Samuel Luiz

Capturan a un cuarto joven por la muerte de Samuel: se quedó con su móvil tras la brutal paliza
Samuel PD

La Brigada Provincial de Policía Judicial de A Coruña suma una nueva detención a la de los tres sospechosos de ser los autores de la agresión violenta que acabó con la vida de Samuel Luiz.

En total son tres hombres y una mujer, de entre 20 y 25 años. El único en ser detenido está acusados de homicidio y apropiación indebida por tener en su poder el móvil de la víctima.

Todos españoles y vecinos de la localidad, así como sin antecedentes penales en su historial.

Los investigadores insisten en la dificultad de imputar un delito de odio ya que será complicado probar que los autores conocían la condición sexual del joven coruñés y que la agresión se inició por este motivo, el “odio” a este colectivo.

Pocas veces la policía se enfrenta a un crimen captado por tantas cámaras como el de Samuel.

Y eso facilita muchísimo las cosas para sentar a los detenidos ante la titular del juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña con todas las pruebas. Pero así como ayuda a esclarecer el homicidio, al mismo tiempo «es un trabajo de chinos», según comenta uno de los agentes que lleva el caso. Porque son muchas grabaciones. Muchas de ellas, sin nitidez suficiente para identificar a los agresores. Y otras con mejor calidad, pero tomadas desde distintos puntos, lo que obliga a repasar los vídeos una y mil veces.

Se les acusa, de momento, por el mismo delito de homicidio si bien las calificaciones podrían verse modificadas tras pasar a disposición del Juzgado de Instrucción 8 de A Coruña, que lleva la causa al encontrarse de guardia, cuando sucedieron los hechos.

Actuaron en manada. Siete contra uno. Y con la víctima en el suelo, le propinaron patadas y puñetazos por todo el cuerpo mientras le gritaban «maricón de mierda», según los testigos.

La paliza no duró mucho más que un minuto, pero fue tan brutal que Samuel quedó herido de muerte. Intentaron reanimarlo en el mismo lugar de los hechos durante dos horas, pero ya nada se pudo hacer.

La Policía tiene previsto realizar más detenciones en los próximos días.

Ahora se están dedicando a determinar bien la función de cada detenido dentro de la pelea mediante testificales y grabaciones para que no quepa duda de su implicación en el crimen.

Los investigadores han pasado las últimas horas delimitando bien el papel de cada uno de los implicados. Esto lo están logrando por las cámaras de seguridad instaladas a lo largo del recorrido que hizo Samuel tratando de zafarse de sus agresores mientras se tapaba y también gracias a los testimonios de testigos presenciales del lugar, que han sido muchos ya que la calle estaba atestada de gente y muchos jóvenes estuvieron presentes durante la agresión, no solo las amigas de la víctima.

Esto ha servido para establecer qué hizo cada agresor en el marco de la agresión (importante para poder imputar homicidio, asesinato, cooperador necesario o coautor) ya que las imágenes de los vídeos no son del todo claras porque en ciertos momentos clave están a bastante distancia.Los integrantes del grupo agresor, según las mismas fuentes, son jóvenes españoles y sin relación con el mundo delincuencial.

Sin pruebas de homofobia

Oficialmente, la Policía no ha descartado ninguna vía de investigación, pero la hipótesis que manejan es que el desencadenante de la agresión mortal fue un incidente con un teléfono móvil.

Esto se debe a que Samuel y una amiga estaban realizando una videollamada con otra chica y dos personas con las que se cruzaron les llamaron la atención echándoles en cara que les estaban grabando.

A partir de ahí, un chico le atacó y, tras dejarlo herido, se fue del lugar, pero poco después regresó con más personas y le siguieron dando patadas y puñetazos, muchos de esos golpes en la cabeza y cuando ya estaba en el suelo y malherido. Acabaron matándolo.

Los amigos de Samuel y múltiples colectivos en defensa de los derechos LGTBI sostienen desde el mismo día de la agresión que lo ocurrido tiene una motivación homófoba, pues mientras le atacaban le gritaron «maricón» y el joven fallecido es homosexual.

«Para de grabarme si no quieres que te mate, maricón», fue lo que le dijo el primer atacante, según relataron sus amigas que presenciaron la agresión. Sin embargo, oficialmente, la Policía no lo ha considerado hasta ahora un delito de odio, y en los primeros informes policiales no constan referencias a la homofobia.

Fuentes policiales no oficiales indican que durante el ataque también dijeron muchos más insultos. La investigación, en todo caso, continúa en marcha y mientras no esté cerrada podría dar un giro en este aspecto.

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