LOS PELOS DE PUNTA

“¡Qué horror de muerte!”: la verdad no contada de la muerte de Tomás Gimeno, Anna y Olivia

El criminólogo y periodista Nacho Abad puntualiza y desmiente lo dicho hasta ahora sobre la "muerte dulce"

“¡Qué horror de muerte!”: la verdad no contada de la muerte de Tomás Gimeno, Anna y Olivia
Tomás Gimeno y sus hijas, Anna y Olivia.

Ocurría en Fin de Semana de COPE, el programa presentado por Cristina López Schlichting. El periodista criminólogo Nacho Abad detallaba la que es la principal hipótesis sobre la muerte de Tomás Gimeno después de que los agentes de la Guardia Civil localizasen dos botellas pequeñas de oxígeno junto a la zona de búsqueda del cuerpo. Tanto el colaborador de Fin de Semana como el psiquiatra forense, José Miguel Gaona, son buceadores por lo que detallaron cómo habría sucedido segundo a segundo el fallecimiento del padre de Anna y Olivia, tal y como cuenta la Cadena COPE y recoge Periodista Digital.

Sobre las botellas de oxígenos, Abad explicaba que, “por lo que explicaron los expertos, tú tienes una botella que las pones en la espalda y la cubren enteras, pero estas dos serían como ponerte dos botellitas laterales en la cintura, que tienen un tamaño de no más de un palmo”, aclara. “Estas botellas sirven para que, si están haciendo pesca submarina, si te quedas atrapado, tienes unos chutes de aire que te ayuda a desengañarte”.

Lo llamativo de todo es que se desmiente lo dicho hasta: Tomás Gimeno no tuvo una muerte dulce. Así, explicaron, “la muerte dulce es una muerte por monóxido de carbono, que no tiene nada que ver con esto”, explicaba GaonaCristina López Schlichting. “Botellas que en la mayoría de los casos es simplemente aire comprimido, yo soy buceador”, aclara el psiquiatra forense.

“Cada diez metros de profundidad aumenta la presión una atmósfera. A unos 50 metros este hombre comenzó a tener unos dolores tremendos, la muerte dudo que fuera especialmente dulce”, contaba.

«¡Qué horror de muerte!»

“Imagínate que bajas debajo del agua, y empiezas a tener la presión de los metros que están por encima”, explica el criminólogo de Fin de Semana. “Lo primero que hacemos los buceadores es compensar con la nariz y descomprimir. Si tú te atas un cinturón para caer como un peso muerto los oídos le deberían estallar casi. ¿Qué otra hipótesis hay para esas botellas? Él lo que pudo es lastrarse, bajar poco a poco hasta una posición en la que fuese imposible poder subir porque no tenía aire en los pulmones”, comentó.

“Y si intentó subir, con todos esos kilos de presión en los pulmones, se van encogiendo y tú quieres subir a toda velocidad, imagínate lo que le pasó a este hombre”.

En cualquier caso, Nacho Abad lamentaba que sean hipótesis y los investigadores de la Guardia Civil no estén trabajando en función a la autopsia: “Si encontrásemos el cuerpo de Tomás tendríamos el resultado de su autopsia”. Una hipótesis a la que respondía con asombro la presentadora del programa, Cristina López Schlichting: “¡Pero qué horror de muerte!”

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Autor

David Lozano

Voluntarioso contador de hechos. Frases verdaderas contadas con palabra.

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