NO SOLO SE EXCEDIÓ EN LAS FORMAS, SINO TAMBIÉN QUE LO HIZO FUERA DE LAS INSTALACIONES

La brutal paliza que un vigilante del Metro de Madrid propina a unos grafiteros deriva en su despido laboral

La compañía ferroviaria no tolerará ninguna conducta violenta de ningún trabajador de una empresa contratista, y exige depurar responsabilidades

Metro Madrid
Metro Madrid PD

Un vigilante del metro de Madrid ha agredido a unos grafiteros fuera de su jornada laboral y de las instalaciones.

Y las consecuencias no se han hecho esperar. Por lo pronto, ya no podrá retornar a su puesto de trabajo.

La Unidad de Seguridad Privada de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid está investigando la actuación de este vigilante tras las denuncias y quejas recibidas por lo propios trabajadores de la compañía.

Son varios vigilantes de la empresa de transporte los que organizan redadas para identificar y agredir a grafiteros, personas sin techo y con drogadicciones, según ha informado la Cadena Ser. Los vigilantes han cometido estos actos con el objetivo de que no entren ni pinten el transporte público.

Los abusos los llevó a cabo un solo vigilante, mientras que otro compañero le grababa y tomaba imágenes de estas agresiones.

La policía pidió al Metro de Madrid que el inspector fuera relevado de su cargo «hasta que se concluyan los expedientes abiertos, tanto por parte de la compañía como por parte de la Policía Nacional». La empresa de transporte aceptó la propuesta, por lo que el vigilante ya no trabajará más para el metro. Estos han informado en un comunicado:

«La compañía ferroviaria no tolerará ninguna conducta violenta de ningún trabajador de una empresa contratista, y exige depurar responsabilidades»

Segurisa es una empresa privada encargada de impedir que los grafiteros se cuelen por la noche en el Metro y, de esta forma, impedir que los pinten. Si esto ocurre, la empresa será multada por la agencia de transporte público. A esto se debe a que los vigilantes estuvieran reteniendo a todo ‘sospechoso’ con el que se encontraban en el camino, estando tanto dentro como fuera de las instalaciones, quitándole sus pertenencias y llegando incluso recurrir a la fuerza. Algunos trabajadores presentaron una denuncia en comisaría a la que El Mundo tuvo acceso:

«El dicente comienza a observar cómo uno de los inspectores de servicio llamado J. A. R. comienza a realizar actos que se exceden en sus funciones, siendo estos, exigir la documentación a personas a las que retiene y fotografiar dichos documentos, intervención de los botes de spray que portan los jóvenes, interrogar a las personas sospechosas antes de que llegue la dotación policial, aparte de las agresiones a los jóvenes a los que además los aborda fuera de las zonas del perímetro de los depósitos de Metro de Madrid, tales como parques y otras zonas aledañas»

En la misma se comenta que los vigilantes llegaban incluso a seguirles para saber cual era su domicilio, realizando rutas para localizarlos fuera de su zona de actuación, tal y como se muestra en el vídeo.

Un gesto poco apropiado para un vigilante de seguridad

No es la primera vez que ocurre algo así. Son ya varios los casos de vigilantes de seguridad persiguiendo o agrediendo a grafiteros o toxicómanos.

En el vídeo se puede observar cómo varios vigilantes persiguen a un presunto toxicómano que se encontraba fuera del perímetro del depósito del Metro de Fuencarral. Cuando el inspector de servicio, ahora apartado de su cargo, llegó al lugar donde estaba el sospechoso, le propinó una patada y varios golpes, mientras esperaba la llegada de la Policía.

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