La jugadora de la Selección Española de fútbol ha declarado el pasado martes ante la Fiscalía General del Estado

Jenni Hermoso se suma a la denuncia de la Fiscalía contra Rubiales

Jenni Hermoso se suma a la denuncia de la Fiscalía contra Rubiales

Jenni Hermoso, jugadora de la Selección Española de fútbol, ha presentado una denuncia formal contra el expresidente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por haberla besado -presuntamente si su consentimiento-  durante la entrega de trofeos de la final del Mundial femenino en agosto.

Hermoso compareció el pasado martes ante la teniente fiscal de la Fiscalía General del Estado (FGE), María Durántez, con el objetivo de proteger su privacidad.

Fuentes del Ministerio Público han confirmado que la denuncia fue presentada el 5 de septiembre, y la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha iniciado diligencias preliminares de investigación debido a la notoriedad de los hechos, que ocurrieron en Australia y presuntamente constituyen un delito. Se espera que la Fiscalía presente una querella contra Rubiales en breve.

Hermoso hizo su declaración en la sede de la Fiscalía en Madrid, centrando su testimonio en el beso no consentido que recibió de Rubiales durante la ceremonia de premiación después de la final del Mundial femenino. Como consecuencia de este incidente, la FIFA suspendió temporalmente a Rubiales de sus funciones durante 90 días, mientras que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) abrió un expediente por «falta grave». Esta calificación impidió que el Consejo Superior de Deportes pudiera suspenderlo preventivamente.

La situación de Rubiales podría cambiar significativamente una vez que la Fiscalía presente la querella ante la Audiencia Nacional, que se espera que sea remitida al Juzgado de Instrucción Número 5, a cargo del magistrado Santiago Pedraz.

En términos legales, para proceder con cargos por delitos contra la libertad sexual, es necesario que la persona agraviada presente una denuncia o que el Ministerio Fiscal presente una querella, teniendo en cuenta los legítimos intereses en juego.

El Código Penal establece penas de prisión de uno a cuatro años para quienes realicen actos que atenten contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento. El consentimiento se entiende como una manifestación libre y clara de la voluntad de la persona. Las penas pueden aumentar si se utiliza violencia, intimidación o se abusa de una relación de superioridad.

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