La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para el matrimonio detenido por mantener encerrados a sus tres hijos menores durante cuatro años en una vivienda unifamiliar en las afueras de Oviedo. La decisión judicial, tomada este miércoles tras la declaración de los detenidos, incluye también la suspensión de la patria potestad y de la guarda y custodia de los menores, que pasa a manos del Gobierno del Principado de Asturias.
Los hechos, que han conmocionado a la sociedad asturiana, salieron a la luz tras una investigación iniciada el pasado 14 de abril, cuando una vecina alertó a los servicios sociales del Ayuntamiento de Oviedo sobre la posible presencia de menores en una vivienda donde nunca se les veía salir. Tras varios días de vigilancia y con la autorización judicial pertinente, agentes de la Policía Local de Oviedo, personal de Servicios Sociales y una traductora de alemán accedieron a la vivienda el pasado lunes.
Una vida de aislamiento y abandono
Lo que encontraron los agentes en el interior del chalé ha llevado a denominar el caso como «la casa de los horrores». Los tres menores —dos gemelos de 8 años y otro niño de 10— vivían en condiciones deplorables desde octubre de 2021, coincidiendo con la sexta ola de la pandemia de COVID-19. Según ha trascendido, los niños presentaban evidentes signos de abandono: dormían en cunas y un camastro sin patas, usaban pañales a pesar de su edad, y sus últimos zapatos habían sido comprados en 2019.
Francisco Javier Lozano, comisario principal de la Policía Local de Oviedo, ha señalado en rueda de prensa que en la vivienda existía «una evidente falta de higiene, condiciones precarias de salubridad y una sorprendente cantidad de medicamentos almacenados». Las ventanas permanecían cerradas, impidiendo la ventilación, y los menores convivían entre basura y excrementos, junto a un gato también en pésimas condiciones.
Uno de los aspectos más alarmantes del caso es que los niños no estaban escolarizados y apenas tenían contacto con el exterior. Según las primeras investigaciones, los pequeños llevaban puestas dos o tres mascarillas y les estaba prohibido cualquier tipo de interacción fuera del domicilio.
Los detenidos y las posibles causas
Los progenitores son un hombre alemán de 53 años y una mujer de 48 con doble nacionalidad alemana y estadounidense, quienes habían alquilado la vivienda en octubre de 2021. La toma de declaración tuvo que retrasarse inicialmente por falta de intérprete, ya que el alemán es el único idioma que habla la pareja.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), las diligencias judiciales se abren por violencia doméstica, con maltrato habitual psicológico y abandono de menores, pudiendo haberse ejercido también un delito de «detención ilegal». La Fiscalía solicitó la prisión provisional al considerar que existe riesgo de fuga y para asegurar la protección de los menores.
Una de las hipótesis que se barajan, según ha explicado la abogada Bea de Vicente en declaraciones a medios, es que los progenitores pudieran haber desarrollado un delirio u obsesión tras la pandemia de COVID-19. «Creo que aquí hay un delirio relacionado con el COVID-19. Parece ser que los niños son encerrados a cal y canto, porque hablamos de un caso de cautiverio y maltrato, desde octubre de 2021», ha señalado la letrada, sugiriendo que los padres podrían haber prolongado el confinamiento por una obsesión patológica con la enfermedad.
La investigación policial
La operación que permitió rescatar a los menores comenzó tras la llamada de una vecina que alertó sobre la posible presencia de niños en la vivienda, ya que ocasionalmente escuchaba voces infantiles y los había visto a través de las ventanas, aunque nunca en el exterior. Tras esta denuncia, la Policía Local de Oviedo inició una vigilancia discreta del domicilio.
Las sospechas se incrementaron cuando los agentes observaron que la puerta de la casa, en la que solo aparecía censado el hombre, únicamente se abría para recoger pedidos de comida de supermercados, y que estos eran demasiado grandes para el consumo de una sola persona.
Tras una reunión con la Fiscalía de Menores, se decretó una orden para acceder a la vivienda. En la operación participaron siete miembros de la Policía Local, personal de los Servicios Sociales del Principado y una traductora de alemán, coordinados por la letrada del menor del Principado de Asturias.
El futuro de los menores
Los tres niños se encuentran actualmente bajo la tutela de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias, acogidos provisionalmente en un centro de menores de Oviedo mientras se valora su situación.
Expertos en psicología infantil consultados señalan que, aunque el encierro y el maltrato dejarán inevitables secuelas en los menores, estos tienen capacidad para rehacer sus vidas con una integración paulatina en la sociedad y el apoyo psicológico adecuado.
El caso ha generado una profunda conmoción en Oviedo y en toda España, recordando a otros similares como el de la familia Turpin en California, donde en 2018 se descubrió que 12 hijos habían sido mantenidos en confinamiento durante una década mientras los padres llevaban una vida aparentemente normal.
La investigación continúa abierta para esclarecer todos los detalles del caso y determinar las responsabilidades penales de los progenitores, que ya han sido trasladados al centro penitenciario de Asturias tras la decisión judicial.