Se llama Gonzalo Herrera, tiene 19 años de edad y es un miserable. Y además un cobarde.
El tipejo golpeó brutalmente a su ex pareja en la puerta de una discoteca. le dejó herida y apenas consciente y el motivo era que la chica había ido allí a bailar con unos amigos .
La policía intervino y detuvo al tipo, quien horas después, al quedar en libertad, volvió a buscar a la chica a su casa.
Entró a la fuerza en el domicilio y repitió la salvaje acción frente a las hijas de ambos.
Los hechos ocurrieron este sábado 23 de agosto en la localidad de Las Rosas, en Argentina.
Todo se puso en acción cuando el tal Gonzalo se enteró de que Gina, la que fuera su novia durante más de cuatro años y con la que llegó a tener una hija, había salido a bailar con unos amigos.
El agresor, que se considera ‘propietario eterno’ de la muchacha, le había prohibido terminantemente salir de fiesta y fue a buscarla al lugar.

Gonzalo Herrera con Gina, cuando se querían.
Al encontrarla en la puerta del local nocturno, agarró con fuerza su cuello y la tiró al suelo.
Una vez ahí, le propinó varias patadas y golpeó su cabeza contra lo que parecía la parte trasera de un vehículo.
Por suerte, un grupo de policías logró frenar al agresor y salvar la vida de la mujer que fue trasladada al Hospital Samco.
Múltiples heridas y traumatismos en diversas partes del cuerpo, esas fueron las señales observadas por los médicos del centro que atendieron Gina.
El resultado de una paliza que quedó registrada por las cámaras de seguridad y que se volvió viral en las redes sociales.
Herrera fue detenido y trasladado a la comisaría de la localidad, interrogado as toda prisa y puesto en libertad.

Gonzalo y Gina en otros tiempos.
Un segundo ataque y una desaparición
Tras salir a la calle, el tipejo se dirigió hasta la residencia de los padres de la chica, donde se había refugiado Gina y repitió lo que había hecho poco tiempo antes pero en presencia de las dos hijas que ambos tenían en común.
Tras forcejear con la víctima y con su madre, tomó el móvil de la que fuera su novia y escapó.
Aunque el teléfono fue devuelto por la madre del agresor a la mañana siguiente, Herrera se dio a la fuga y hasta este 25 de agosto no fue capturado. Ahora duerme en el calabozo, a la espera de juicio.
Los jóvenes pusieron fin este año a una relación que mantenían desde 2015.
Gina ha asegurado que no podrá vivir tranquila hasta que se haga justicia.