La fase 1 se ha ‘estrenado’ con peligrosas irregularidades.
En Santander, la policía local ha tenido que clausurar un bar tras comprobar que había más de 100 personas en su interior.
El ‘festejo’ por la nueva etapa del confinamiento supone un alto riesgo para la salud pública, ya que no se estaban cumpliendo las medidas de distanciamiento que impone la fase uno de desescalada en la apertura de las terrazas.
Tras recibir varias llamadas de los vecinos de la zona advirtiendo de la situación, varias patrullas de la policía local se acercaron hasta el bar “La Frontera”.
Cuando acudieron los agentes pudieron comprobar que había muchos más clientes de los permitidos en el interior y tras desalojar el local procedieron a clausurarlo.
El vídeo grabado desde un edificio cercano demuestra como en apenas unos segundos decenas de personas abandonan el establecimiento que estaba incumpliendo claramente las restricciones de sanidad.
La Frontera era uno de los pocos bares de Santander que había decidido abrir sus puertas esta semana.
