Lo que comenzó como una política para prevenir un brote de coronavirus en la prisión de Brians 1, terminó siendo una fiesta de licor.
Según ha publicado este viernes la cadena SER, los funcionarios de la cárcel de San Esteban de Sesroviras encontraron a un grupo de internas en la biblioteca mientras se emborrachaban con una mezcla de gel desinfectante y refresco de cola.
El hidrogel había sido instalado en la prisión para garantizar la higiene de los reclusos la semana pasada, decidieron ubicarlos en la entrada de los módulos y en las zonas de las cabinas telefónicas, para que pudieran utilizarlo recurrentemente.
Pero la medida sanitaria apenas duró 5 días, ya que las autoridades no tuvieron más remedio que retirar los geles de los módulos y con esto impedir que el resto de internas acabaran «embriagadas con cubalibres improvisados», según explican trabajadores del recinto a la SER.
No obstante, en algunas zonas de Brians 1 sí se mantienen el producto. En otras cárceles como Quatre Camins no se han llegado a instalar.
Las internas no dieron mayor importancia a que algunos de los geles desinfectantes pudieran resultar tóxicos, y que está totalmente desaconsejada su ingesta. En los envases de estos químicos se recomienda ir al médico inmediatamente si se llega a ingerir el producto desinfectante.