La Ertzaintza liberó a un grupo de mujeres explotadas sexualmente.
Una investigación permitió desmantelar un grupo criminal de origen chino que explotaba sexualmente a mujeres de su misma nacionalidad en distintos puntos de Vizcaya.
La operación se saldó con la liberación de cuatro mujeres en Bilbao y Barakaldo y la detención de seis personas, según el Departamento vasco de Seguridad.
La investigación se inició a finales de 2019 por parte de la Sección Central de Delitos contra las Personas de la Ertzaintza.
Durante estos meses, el equipo investigador ha podido localizar tres inmuebles donde se establecía este grupo organizado: una vivienda en Bolueta, un pabellón habilitado como residencia y prostíbulo, en el barrio de Rekalde, y una segunda vivienda situada en el barrio Lasesarre de Barakaldo.
Según ha explicado el Departamento de Seguridad, las mujeres explotadas vivían en Rekalde y Lasesarre «en malas condiciones» y eran obligadas a prostituirse «con disponibilidad durante las 24 horas del día».
La prostitución se realizaba en los propios alojamientos, aunque también acudían a encargos a domicilio, siempre bajo la vigilancia y control de los proxenetas.
La Ertzaintza cree que las víctimas habían sido explotadas en otros territorios de España antes de llegar a Euskadi.
La operación final tuvo lugar en la mañana del pasado 17 de junio en las tres ubicaciones.
Por seguridad, la entrada en los inmuebles fue realizada por la Unidad de Intervención de la Ertzaintza, con el apoyo de la Brigada Móvil y patrullas de Protección Ciudadana.
En total, se detuvo a tres varones y tres mujeres. Excepto uno de los varones, de 38 años, que es nacional, el resto es de origen chino y con edades desde los 29 a los 54 años.
Según ha indicado la Ertzaintza, la mujer de 54 años cuenta con antecedentes por delitos relacionados con la prostitución en Cataluña en 2016.
Una de las mujeres implicadas fue localizada por los agentes de Intervención oculta bajo una cama en Barakaldo tratando de eludir su arresto.
La Policía vasca considera que los detenidos forman un grupo criminal y les atribuye los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, blanqueo de capitales y falsificación de documentos.
También se les atribuye un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. En los registros de los tres locales se intervino documentación, entre ella algunos pasaportes falsos, material informático y otras evidencias.
