Barcelona vuelve a demostrar que es una ciudad sin ley.
Dos agentes de los Mossos d’Esquadra tuvieron que ser atendidos por múltiples contusiones tras haber sido apaleados por un grupo de unas cuarenta personas en el barrio Gótico de Barcelona.
El suceso ocurrió cuando la patrulla policial se personó en la calle Escudellers alertada de una pelea en la zona.
Los agentes fueron rodeados por un numeroso grupo, unos cuarenta individuos según testimonios presenciales, que además de proferirles golpes con palos, puñetazos y patadas cuando ya estaban en el suelo trataron de apropiarse de las defensas y armas de fuego de los policías.
Cuando aparecieron más patrullas de los Mossos, los agresores se dispersaron por las calles y callejuelas del barrio, en el casco viejo de la capital catalana.
Este suceso tiene lugar después de una oleada de agresiones a agentes policiales. El pasado 19 de septiembre, un grupo de mossos y policías locales tuvo que huir a la carrera de unos sujetos que les amenazaban en la localidad barcelonesa de Tiana. Los agentes habían acudido al lugar donde se celebraba un botellón avisados de una agresión con arma blanca que resultó ser falsa.
Pocos días después, el 24 y con ocasión de las fiestas de La Merced de Barcelona, otro botellón masivo en la zona de la plaza de España degeneró en una madrugada de violencia y caos en la que también se registraron enfrentamientos con agentes de Mossos y Guardia Urbana.