CRIMEN Y CASTIGO

El exnovio de Mònica Borràs la mató con un hacha y después la enterró en el patio

El exnovio de Mònica Borràs la mató con un hacha y después la enterró en el patio
Jaume Badiella, el exnovio que asesinó a Mónica Borràs. EP

Jaume Badiella, el exnovio de Mònica Borràs, mató a la chica con un hacha.

El asesino confeso compareció este 21 de junio de 2019 ante el juez, quien ha acordado prisión provisional, comunicada y sin fianza.

A pesar de que el detenido se ha acogido a su derecho a no declarar, el juez considera que existen suficientes indicios contra él tras el análisis del móvil de la víctima, de la actividad bancaria registrada después de su desaparición y de la existencia de una agresión mutua con su expareja cuatro días antes. Las peleas entre ambos eran constantes.

El togado llega a la conclusión, según el auto de prisión, de que Mónica Borràs fue «víctima de un ataque contra su vida» en el interior de su domicilio de Terrassa por parte del arrestado. Y concreta que se produjo el 7 de agosto del 2018 entre las 9.59 horas y las 10.46 horas, con posterior ocultación del cadáver.

Los investigaciones apuntan que una vez cometido el asesinato, el detenido  enterró a la mujer en el patio de la casa.

Levantó las baldosas del suelo, hizo un agujero justo para que cupiera el cuerpo y volvió a cimentar y poner baldosas. Tras descubrirse el cuerpo sin vida de la mujer, él mismo confesó a la policía el crimen y reconoció que el cadáver hallado era el de su expareja.

Eso sí, explicó, según detalla la resolución judicial, que «no recordaba exactamente el número de volpes que le dio», a la vez que admitió que no paró hasta que la mujer no cayó al suelo.

Los indicios

Uno de los indicios recogidos por el juez contra el detenido es que el móvil de la víctima tuvo una gran actividad durante toda la mañana de su desaparición, hasta las 9.59 horas.

A partir de esa hora, dejó de funcionar hasta las 19.12 horas del mismo día.

«Existe una falta de actividad sin causa aparente, desde el punto de vista del sentidos común y nos indica la franja horaria de los hechos».

El magistrado recalca esta falta de actividad en el aparato telefónico, era «extraño» en la víctima, pues era una «persona muy dependiente» de su móvil y de sus aplicaciones, como el Whatsapp.

El inculpado, además, no tiene coartada para la franja horaria en la que supuestamente se produjo el crimen.

El auto también recoge que después de la desaparición el detenido no contactó con nadie del entorno de la víctima, ni familiares ni amigas, a pesar de que su expareja no era normal que su expareja se fuera de casa de esa manera.

El juez considera «relevante» la información obtenida de las cuentas corrientes de la víctima, pues se registró una transferencia hacia una cuenta del detenido un día después de la desaparición de la mujer, así como la anulación de una tarjeta de crédito, la solicitud de una nueva y la retirada de dinero con la misma meses después, en octubre del 2017.

Asesinato a quemarropaPD

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Autor

Manuel Trujillo

Periodista apasionado por todo lo que le rodea es, informativamente, un todoterreno

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