La Policía de Wisconsin (EE.UU.) resolvió 35 años después el caso relacionado con la violación y asesinato de una joven de 18 años gracias a que el análisis forense de pruebas presentes en la escena del crimen con una tecnología emergente permitió identificar al autor de ese crimen, informaron las autoridades del condado de Ozaukee el pasado 22 de octubre, según recoge rt y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
Traci Hammerberg apareció muerta y semidesnuda en un camino cubierto de nieve la madrugada del 15 de diciembre de 1984. La adolescente había sido golpeada, estrangulada y violada mientras caminaba de regreso a su casa procedente de una fiesta, detalla el diario local Journal Sentinel.
Muestras de sangre bajo las uñas de la víctima y restos de semen del atacante permitieron construir un perfil de ADN y, durante más de tres décadas, el laboratorio de crímenes de Wisconsin analizó sin éxito muestras de material genético de más de 400 potenciales sospechosos.
«Es la mayor cantidad de pruebas de ADN» que se han utilizado para un caso en el estado de Wisconsin, afirmó esta semana el alguacil del condado de Ozaukee, Jim Johnson.
Avance definitivo
El avance definitivo se logró en marzo gracias a la genealogía genética. Con ayuda de expertos del FBI, crearon un nuevo perfil basado en las evidencias encontradas que cotejaron con bases de datos de ADN públicas y lograron identificar a familiares del sospechoso.
Ese hecho sirvió como base para elaborar un árbol genealógico que abarcó cuatro generaciones, con el objetivo de dar con cualquier primo de ese varón que tuviera entre 16 y 60 años en 1984.
A finales de agosto los resultados llevaron a las autoridades hasta el autor del crimen, Philip J. Cross, quien falleció por sobredosis en 2012. El análisis de su ADN coincidió con las muestras obtenidas en la autopsia de Traci Hammerberg.
Las autoridades estadounidenses nunca vincularon a Cross con la investigación —a pesar de que su historial delictivo incluía delitos por robo, abuso de alcohol y drogas y maltrato doméstico—, entre otras cosas porque no figuraba en la lista de amigos o allegados de la víctima.
En la noche del asesinato, ese sujeto se dirigia en coche a su residencia y se presume que se topó con la víctima en algún lugar del camino, pero se desconoce exactamente cómo entraron en contacto.