Es tan horrible, que duele hasta imaginárselo. Habrá quien argumente, en plan alma buena, que Aleah Newell había ‘avisado’, pero su conducta es tan espantosa, que parece incompatible con la condición de madre.
La chica tiene de 20 años y parece ser que ya había pedido ayuda en un refugio de la Mujer “Escudo de la Esperanza” de Chicago.
Los testigos dicen que había pedido que alguien se llevase a sus hijos de su lado porque “no podía hacerse cargo de ellos”.
No consiguió que nadie le prestase atención y el pasado 2 de enero de 2020 se desató la tragedia.
Con una frialdad pasmosa, Newel apuñaló 19 veces en la cabeza a su bebé de siete meses y lo metió en la bañera con agua hirviendo.
Las autoridades encontraron su cadáver cubierto de ampollas en el baño de la casa de la homicida.
Acto seguido, la joven lanzó a su hijo de 2 años desde el piso 11, que murió a causa de la caída.
Cuando ella intentó suicidarse tirándose detrás, en el piso tercero golpeó con un andamio de la limpieza y sobrevivió a la caída con sólo un tobillo y una muñeca rotos y ha pasado a disposición policial.
a Aleah Newell también se la acusa de asestar 10 puñaladas a su abuelo de 70 años, que consiguió salvar su vida.
Según las investigaciones, Aleah ya había intentado sucidarse en un par de ocasiones y estaba medicada.