Otros jóvenes del grupo diabólico ayudaron y participaron en el espantoso crimen

La mujer más joven condenada a muerte en EEUU: torturó hasta matar a su compañera y guardó un hueso como trofeo

Christa Gail Pike fue una una adolescente que practicaba el satanismo y la protagonista de un monstruoso crimen por celos

La mujer más joven condenada a muerte en EEUU: torturó hasta matar a su compañera y guardó un hueso como trofeo
Christa Gail Pike PD

Christa Gail Pike era una adolescente proveniente de un hogar desestructurado y una infancia muy turbia.

Su vida debía mejorar cuando se apuntó para estudiar programación de computación en Knoxville, Tennessee (EEUU).

Los estudiantes, llegados de diferentes partes de los Estados Unidos, vivían allí en dormitorios en un sistema parecido a un campus universitario.

Fue dentro de esas paredes que Christa se enamoró de un joven, llamado Tadaryl Shipp, de 17 años. Sintonizaron enseguida. Ambos venían de hogares problemáticos y juntos empezaron a practicar el ocultismo y la adoración al diablo.

Por sus celos, Christa creía que otra estudiante, Colleen Anne Slemmer de 19 años (una chica llegada desde el estado de Florida para estudiar también computación), estaba tratando de seducir a su novio.

Colleen tenía unos bellos ojos claros, una melena enrulada entre rubia y pelirroja y muchísimas pecas.

Las peleas no se hicieron esperar. Y aunque Colleen negaba las imputaciones, Christa se enfurecía cada vez más. Un día, en medio de un ataque de rabia y celos, le exigió a Tadaryl “a esa pequeña puta le tenemos que enseñar una lección”.

Con su novio y su amiga, Shadolla Peterson de 18 años, pergeñaron un plan para llevar engañada a Colleen hacia un descampado desolado.

Eligieron una zona cercana y campestre de la Universidad de Tennessee. Era un área semirural, boscosa, donde había un molino abandonado. Allí, nadie podría oírla gritar. Los tres amigos y compañeros de estudios estuvieron de acuerdo con atacar a Colleen Slemmer y ofrecerla como un sacrificio humano a Satán.

Brutal crimen

El jueves 12 de enero de 1995, Christa invitó a Colleen a fumar marihuana como una especie de ofrenda de paz entre ellas.  Además, irían Tadaryl y Shadolla.

Colleen confió. No tenía idea de la peligrosidad que representaban para su integridad sus compañeros de estudios. Antes de iniciar la caminata rumbo al bosque y al molino, Christa tomó una trincheta y un pequeño cuchillo de carnicero y los escondió entre su ropa.

Una vez que el cuarteto alcanzó la zona de seguridad que querían los agresores, en medio de la oscuridad, el silencio y la desolación, Christa cambió el modo amistoso por el agresivo.

Comenzó a increpar a una Colleen que se mostraba sorprendida por lo que le imputaban la acusó de querer tener relaciones con su novio.

Colleen llegó a preguntarles “¿por qué me hacen esto?”. La respuesta de Christa fue un empujón al piso y un rodillazo directo a la cara. Acto seguido, la obligó a sacarse la campera, la camisa y el corpiño, luego empuñó el cuchillo que llevaba escondido y se lo clavó en el estómago.

En algún momento de la desigual pelea, Colleen estuvo a punto de poder huir, pero Tadaryl entró en acción y saltó sobre la víctima y empezó a tajearla en el pecho.

Mientras Colleen imploraba que se detuvieran, su último intento fue decirles que, si la dejaban ir no contaría nada de lo ocurrido y se marcharía directo a Florida, sin pasar por su cuarto a buscar sus cosas.

Christa enarboló su odio y, también, su cutter. Entre todos, torturaron a Colleen Slemmer durante 40 minutos. Colleen no paraba de suplicar. Con tal de que se callara Christa siguió pateándole la cara.

La apuñalaron e hirieron cientos de veces, hasta que se aburrieron. Luego, la dispusieron boca arriba y le grabaron con un cuchillo en el pecho y en la frente unos pentagramas que ellos consideraban “la marca del diablo”.

Pero la víctima seguía viva e intentaba sentarse aun con su garganta cortada.

Christa se hartó. Agarró un pedazo de concreto que había en el terreno y golpeó con él una y otra vez, implacable, la cabeza de Colleen. Fue un acto de una violencia fanática.

Cuando le pareció que Colleen ya estaba muerta, Christa fue un paso más allá. Decidió extraer un pedazo del cráneo roto a pedradas. Sacó con sus propias manos un trozo de hueso tibio y lo guardó como souvenir sangriento en el bolsillo de su campera.

Pena de muerte

Christa Pike fue detenida el 14 de enero 1995 y su juicio empezó el 22 de marzo de 1996. Había evidencias de sobra. En su dormitorio encontraron sus jeans ensopados de sangre y su confesión fue completa.

Incluso condujo a la policía a donde había tirado los documentos y los guantes de Colleen y se explayó en todos los detalles de aquella noche diabólica.

Fue acusada de conspiración para cometer un crimen, asesinato y torturas.

Christa ya no es una joven impetuosa y satánica, es una mujer de 44 años, que sigue esperando su turno para la silla eléctrica que podría no llegar nunca.

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