El ‘Kiki’ disparó al agente entre el abdomen y la ingle

El asesino de un guardia civil en Granada, declarado culpable por un jurado popular

El acusado, que había confesado el crimen ante la Audiencia, se enfrenta a 22 años de prisión por un crimen cometido en 2018

El asesino de un guardia civil en Granada, declarado culpable por un jurado popular

Un jurado popular declaró culpable a un hombre por el asesinato de un guardia civil en Granada.

El sujeto, juzgado por la Sección Segunda de la Audiencia de Granada, estaba acusado de atar de un tiro en la madrugada del 15 de octubre de 2018 al guardia civil José Manuel Arcos Sánchez en Huétor Vega (Granada).

El hombre acabó con la vida del agente tras arrebatarle su arma reglamentaria.

Los miembros del jurado se han mostrado contrarios a que se le aplique cualquier tipo de indulto.

Tras la confesión del acusado, que reconoció ante el tribunal que disparó al agente, y la revisión de las pruebas que se han aportado a la causa, los nueve miembros del jurado han deliberado sobre este caso y han considerado acreditados todos los puntos del objeto del veredicto que el magistrado presidente les ha trasladado este martes 24 de noviembre.

Entre ellos, que el procesado, conocido como ‘El Kiki’, es “culpable de dar muerte al agente” al dispararle entre el abdomen y la ingle y de poseer un subfusil.

También consideran acreditado que causó desperfectos en el cortijo donde se escondió tras el crimen, al romper los cristales de una de las ventanas para poder acceder, y del robo de dos vehículos, uno antes y otro después de matar al agente.

La Audiencia de Granada deberá ahora dictar una sentencia acorde con el veredicto de culpabilidad del jurado, que se suma al acuerdo que cerraron el lunes las partes, por el que la Fiscalía ha rebajado de 27 a 22 años y medio de prisión su petición por delitos de homicidio, tenencia ilícita de armas, robo y uso de vehículo a motor y daños, a lo que se han adherido el resto de las acusaciones, incluyendo la ejercida por la familia del agente fallecido, que ha estado defendida por el despacho HispaColex.

El acusado hizo uso de su derecho a la última palabra para pedir perdón a la familia del agente, que ha dejado mujer y dos hijos, asegurando que aquella noche no se encontraba bien “por las pastillas” y que no recuerda nada de lo que sucedió, pues lo que sabe lo conoce a través del sumario del caso.

La petición fiscal para él incluye, además de la pena de cárcel y multas, el pago de más de 334.000 euros en indemnizaciones para la viuda y los dos hijos.

Los hechos se remontan al 15 de octubre de 2018 en Huétor Vega, cuando, sobre las cuatro de la madrugada, el acusado arrebató tras una persecución el arma reglamentaria al agente José Manuel Arcos Sánchez.

La persecución se inició cuando supuestamente el acusado “aceleró” tras darle el guardia civil el alto después de que realizara “una maniobra que resultó sospechosa (…) probablemente porque manejaba un vehículo robado y porque portaba una mochila con un arma” considerada de guerra que arrojó durante la huida.

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