El mlandrín se llama GINP y lleva tiempo por las redes, pero evolucionando.
Ahora, el troyano, prospera en ese charco fácil que es el miedo al cornavirus y el cariño por los parientes y conocidos.
Una vez que penetra en el móvil del ‘penitente’, su operador lo activa para que abra una página web titulada “Buscador de Coronavirus”.
Supuestamente, esa página tiene datos sobre personas cercanas infectadas con el virus.
Para saber dónde están estos parientes, amigos y conocidos, se le pide a la víctima que pague 0,75 euros.
Si el ‘penitente’ está de acuerdo, se le transfiere a una página de pago.
Como laerta la Guardia Civil, una vez que se han introducido los datos de pago, a la víctima no se le cobra esta suma ni recibe ninguna información sobre los “infectados”.
En cambio, la información de su tarjeta de crédito acaba de ser entregada a los ciberdelincuentes.
Y cuando te quieres dar cuenta, te han limpiado la cuenta corriente o se han hartado de hacer gastos con tu tarjeta.