La estafa online: el delito perfecto de los delincuentes del siglo XXI

La clásica estafa de la estampita ha evolucionado a otros modelos online donde los delincuentes se escudan en el anonimato que ofrece Internet a la hora de cometer ciberdelitos

La estafa online: el delito perfecto de los delincuentes del siglo XXI

En un escenario de vulnerabilidad económica como el que nos encontramos, no es de extrañar que los delincuentes hayan adoptado nuevas estrategias para cometer delitos. Durante el mes de abril, el consumo digital a través de Internet y las distintas redes sociales se ha disparado hasta en un 50% en varios días respecto a años anteriores. La crisis sanitaria ha provocado que vivamos conectados a la red las 24 horas del día, convirtiéndose en un escenario propicio para los ciberdelincuentes.

La Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional ha detectado una escalada en los casos reportados por ciberestafa, suplantación de identidad o intentos de robos de datos personales como tarjetas de crédito o datos financieros, alertando de los delitos de phishing a través del correo electrónico y redes sociales como Facebook o Instagram.

Esta tendencia al alza del ciberdelito lleva unos años reflejándose en la especialización de los despachos de abogados penalistas hacia estos nuevos delitos económicos.Juan Gonzalo Ospina, abogado penalista y profesor universitario, es uno de los abogados expertos en estafas que han adaptado su metodología de trabajo al ámbito digital. El fundador del despacho penalista Ospina Abogados, reconocido por Forbes como la“gran promesa del derecho penal”, destaca, entre todos los casos reportados, 3 tipos de estafa online, castigados según el Código Penal con penas de entre 6 meses hasta 3 años de prisión.

La estafa del alquiler residencial o vacacional

Con la promesa de una nueva vivienda o unas vacaciones idílicas, las víctimas encuentran en un portal de alquiler un inmueble a mitad de precio donde el presunto propietario insta a dejar un ingreso a cuenta en concepto de reserva. Sin embargo, esta cuenta suele ser de un tercero engañado por el verdadero delincuente con argumentos como que va a recibir una transferencia de un familiar y no puede recibirlo en su cuenta. De esta forma, cuando la primera víctima hace la transferencia y descubre la estafa meses después del engaño, denunciará al propietario de la cuenta donde realizó la transferencia. Cuando esta persona es llamada a declarar por la Policía o el juzgado, se destapa que también ha sido víctima del engaño del verdadero estafador, pudiendo quedar el delito impune dada la complejidad en el rastreo del delincuente.

Robo de información mediante phishing

Los ciberdelincuentes recurren a técnicas de ingeniería social para ganarse la confianza de la víctima, generalmente a través de correos electrónicos o difundidos en redes sociales que tienen apariencia de proceder de fuentes creíbles como bancos, tiendas online, gobierno y otros servicios esenciales. De este modo, recopilan información sensible mediante formularios que suelen incluir datos bancarios o claves de acceso que serán utilizados después con fines delictivos.

Estafas con productos financieros

Las webs que ofrecen grandes beneficios económicos llevan años proliferando en Internet. Con la promesa del enriquecimiento a bajo riesgo mediante mensualidades, los estafadores utilizan cuentas en el extranjero para recaudar el dinero de las víctimas. Una vez han conseguido su objetivo a través de cuentas de demostración donde prometen multiplicar las inversiones, la web y los delincuentes desaparecen, siendo complicado rastrear el dinero y a los propietarios de las cuentas si no se actúa con celeridad.

Juan Gonzalo Ospina, abogado experto en estafas digitales y otros delitos económicos

Gracias a los casos de éxito conseguidos este 2019 en materia penal económica, Ospina Abogados, ha sido reconocido con el premio IberianLawyer como mejor despacho de penal económico de España y Portugal, siendo incluidos este año en el ranking BestLawyers de mejores abogados y despachos penalistas de España.

En palabras del penalista, “la crisis generalizada ha provocado un parón en la justicia española, limitándose a los casos de extrema urgencia. Esto genera una ralentización de cualquier procedimiento por estafa digital al no poder presentar el caso en los juzgados hasta que no se apruebe su reapertura y su posterior tramitación.”

Ante las medidas que se han llevado a cabo desde el gobierno para garantizar el derecho a la defensa de los ciudadanos, Ospina asegura que “cuando la situación de la justicia vuelva a la normalidad y se pueda investigar, el dinero estafado puede encontrarse ya a miles de kilómetros de distancia, dificultando su rastreo e identificación de los sospechosos, lo que genera un estado de indefensión a las víctimas de estos delitos económicos”.

Para evitar ser víctima de cualquier ciberdelito se recomienda seguir las instrucciones de la Policía en materia digital: no abrir correos electrónicos de remitentes desconocidos, realizar descargas de fuentes oficiales y controlar la actividad de los menores en Internet.

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