Los atracadores no tienen límite ni piedad.
Entran con fusiles kalasnikov, golpean brutalmente al dueño, fuerzan a su hijo a abrir la caja fuerte y no contentos con el botín, en una nueva exhibición de crueldad, disparan.
Ocurre en Pakistán, pero podría pasar en cualquier sitio.
Y paradójicamente, también con armas de guerra con el mñitico kalasnikov
Robo en una pizzería en Casavatore (Nápoles) el pasado sábado. Entraron dos ladrones que no dudaron en apuntar con un Kalashnikov a los comensales, y se llevaron varios relojes entre ellos un Rolex y un Tudor. pic.twitter.com/rttd2GwnrR
— NIPORWIFI © (@niporwifi) October 12, 2021
AK-47: UN ARMA PARA TODAS LAS ESTACIONES
Es sin duda el arma que más se utiliza en guerras, atracos y otras tropelías. Y eso, desde hace casi 80 años.
El AK-47, en sus distintas versiones, representa prácticamente una quinta parte de todas las armas pequeñas de fuego en la Tierra.
Además de en Rusia, se fabrica en China, Israel, India, Egipto y Nigeria, entre otros países.
Se estima que unas 250.000 personas mueren al año por el fuego de un AK-47 Kaláshnikov. Ha causado más muertes que la artillería.
Cuando las tropas estadounidenses derrocaron a Sadam Hussein, entre su colección de armas encontraron un AK-47 bañado en oro.
El diario francés Liberación definió al AK-47 Kaláshnikov como el invento más importante del siglo XX, por encima del vuelo espacial y la bomba atómica.
La popularidad del fusil Kalashnikov se debe a la simplicidad del diseño, la facilidad de uso y la más alta fiabilidad.
Puede ser utilizado en todas las condiciones meteorológicas y en un amplio rango de temperaturas, desde el frío del Extremo Norte hasta el calor ecuatorial. El fusil no es sensible a las obstrucciones: incluso si los finos granos de arena, el agua o la suciedad se metieran en el fusil, el arma podría disparar.
HISTORIA DE LA CREACIÓN
Mijaíl Timoféevich Kaláshnikov fue reclutado en el Ejército Rojo en otoño de 1938. En aquel entonces, mostró sus habilidades de inventor: desarrolló el contador inercial de disparos del cañón de carro de combate, el adaptador para la pistola TT para mejorar la eficacia de disparos a través de las rendijas en la torreta del tanque y el contador de vida útil del motor de tanque.
En 1946, Mijaíl Timoféevich creó varios diseños de armas, en particular, dos pistolas ametralladoras, una de las cuales tenía un sistema de retención muy original del cerrojo semisuelto, la ametralladora ligera y la carabina autocargable que se cargaba con bloques de cartuchos.
En diciembre de ese mismo año, se sometió a pruebas la primera versión experimental del arma automática con los cartuchos intermedios de 7,62 × 39, a la que se refieren ahora como al AK-46, en la fábrica de armas en la ciudad de Kovrov.
Este modelo no tenía muchas de las características del futuro AK: la manija del cerrojo estaba a la izquierda, en lugar del seguro selector había un seguro y una palanca selectora y el gatillo era abatible hacia abajo y recto en una aguja.
Según los resultados de las pruebas, el primer fusil de asalto Kalashnikov fue descartado para su posterior perfeccionamiento. Sin embargo, Mijaíl Kaláshnikov pudo impugnar la decisión. Para ello, regresó a Kovrov, donde desarrolló un fusil de asalto prácticamente nuevo en un periodo muy corto de tiempo.
El fusil ya no tenía la clásica caja entera. Contaba con una caja resistente para el cañón, la culata y el guardamano de madera que servían para sujetar el arma mientras se disparaba. La caja del cañón fue rediseñada, era muy diferente de la anterior por un encastre fijo que la conectaba con el cañón.
La manija de recarga con el portador del cerrojo se trasladó a la derecha. Ese cambio tuvo lugar como resultado de las quejas de los soldados que probaron el fusil. Los soldados señalaron que la posición izquierda de la manija molesta a la hora de disparar en movimiento, ya que roza el vientre. En la misma posición también era incómodo recargar el arma.
Basándose en los resultados de la segunda prueba en 1947, el prototipo fue reconocido como el más fiable. Después de los ensayos iniciales realizados en las tropas en 1949, Kalashnikov fue adoptado oficialmente para el servicio como «el fusil de asalto de Kaláshnikov de 7,62 mm, modelo de 1947».
En el mismo año, Mijaíl Timoféevich Kaláshnikov fue contratado para trabajar en el equipo del diseñador jefe de Izhmash donde seguía desarrollando y modernizando el AK-47.
AKM
A finales de 1950, el actualizado fusil de asalto, el AKM, y el AKMS se convirtieron en armas oficiales de ejército ruso. Gracias a cambios en la tecnología de producción y uso de plásticos, el peso del nuevo modelo se redujo en 700 gramos. Mejoraron la precisión y la exactitud de disparos, para lo que se introdujo al retardador del martillo que bajó el tempo desde 660 hasta 600 balas por minuto y se cambió el portador del cerrojo. Más adelante, el freno de boca y el compensador de retroceso fueron añadidos al AKM para reducir el rebote al disparar el arma. El alcance efectivo aumentó hasta 1000 m.
АК-74
El desarrollo de las armas pequeñas en los últimos 200 años ha estado acompañado por una constante disminución de calibre. Tan pronto como la posibilidad y la utilidad de la posterior disminución de calibres se confirmaron en la práctica (teóricamente esta necesidad fue justificada en repetidas ocasiones), comenzaron los trabajos a gran escala en muchos países, incluida la URSS.
En 1974, el fusil de asalto, desarrollado para el cartucho de 5,45 mm, fue adoptado bajo la designación AK-74. Al mismo tiempo, llegó la ametralladora ligera RPK-74 y el AKS-74 con la culata plegable destinados para las tropas aerotransportadas. La disminución de calibres permitió reducir el peso de municiones, la velocidad inicial de la bala aumentó hasta 900 m/s, el nuevo diseño del freno de boca permitió no solo compensar el retroceso, sino también disminuir el ruido del disparo.
El original guardamanos y la culata de los nuevos fusiles se fabricaban de madera, y, más tarde, de plástico. Aparecieron las versiones llamadas «nocturnas», los AK-74N, que tenían una guía lateral para la fijación de miras telescópicas de visión nocturna infrarroja.
АК-74М
La cuarta generación comenzó con el AK-74M adaptado por el ejército ruso a principios de los años 90 del siglo pasado. Este fusil de asalto destacaba principalmente por sustituir al mismo tiempo el AK-74, el AK-74 y el AK-74N, ya que tenía la culata plegable hacia la izquierda hecha de plástico negro y el guía universal para fijar miras telescópicas en el lado izquierdo de la caja de cañón. Además, el diseño de la tapa de la caja del cañón y su fijación se reforzaron con el fin de evitar su pérdida al disparar con el lanzador de granadas de 40 mm situado debajo del cañón.
En la siguiente etapa de modernización, Izhmash comenzó a desarrollar el AK de la serie 100 para los calibres más comunes: 7,62 х 39 mm (el AK-103 y el AK-104), 5,56 x 45 mm (el AK-101 y el AK-102) y 5,45 х 39 mm, lo que ha elevado las posibilidades de exportación.
АК-12
El desarrollo del nuevo fusil de asalto, basado en el trabajo de los últimos diez años, comenzó en junio de 2011 bajo la dirección del diseñador Vladímir Víktorovich Zlobin.
En primer lugar, el modelo tiene una ergonomía mejorada: se puede manejar el arma con una mano, incluso si el combatiente está herido o tiene la otra mano ocupada, puede realizar todas las operaciones necesarias, manipular el cerrojo, cambiar la posición de la manija o cambiar el cargador.
El nuevo fusil se diferencia por las modernas miras telescópicas, el cañón de mejor calidad, las funciones automáticas más suaves, la posibilidad de usar diferentes tipos de municiones y los lanzagranadas innovadores situados bajo el cañón.
En AK-12 se utiliza un pistón de largo recorrido accionado por gas y un cerrojo rotatorio. Sin embargo, los mecanismos de cerrojo y de gatillo han sido modificados prácticamente por completo. El fusil tiene una culata de plástico telescópica plegable, regulable según la longitud y la altura de mejillas. Además, el eje central del canal del cañón del AK-12 se sitúa en la misma línea con la culata, lo que reduce el retroceso y, como consecuencia, aumenta la precisión del disparo.
Una de las más esperadas de las innovaciones en el diseño del AK-12 es el retén de la corredera con el botón en el lado derecho de la caja del cañón encima del cargador. La introducción del retén de la corredera redujo el tiempo de recarga del arma significativamente. La carabina automática AK-12 tiene un nuevo mango ergonómico de control de fuego.
