Una borrachera de un residente de la ciudad rusa de Cheliábinsk terminó en un intento de robo en una oficina a la que entró el 10 de agosto a las 6:30 de la mañana rompiendo la puerta, según recoge rt y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
El hombre decidió llevarse el botín por la ventana y colocó unos monitores sobre el aparato de aire acondicionado instalado en la parte exterior del edificio, pero cayó desde un primer piso y tuvo que huir con las manos vacías. Ahora el fallido ladrón enfrenta cargos por intento de robo.