DE LOS DELITOS Y LAS PENAS EN ESPAÑA

Paliza en la cárcel a los tres subsaharianos violadores de la Manada murciana

Paliza en la cárcel a los tres subsaharianos violadores de la Manada murciana
Brutal paliza en la cárcel a los tres subsaharianos violadores de la Manada murciana RS

La ley de la cárcel. Y de la prisión, porque el sistema penitenciario español es muy cuidadoso con el maleante, al Hospital Virgen de la Arrixaca no vaya a ser que después se quejen los afectados.

La titular del Juzgado de Instrucción Nº 5 de Murcia ordenaba este domingo 18 de agosto de 2019  el ingreso en prisión provisional de los tres okupas subsaharianos, que arrastraron hasta un portal a una mujer y la violaron por turnos y en grupo, tras sacudirle puñetazos y patadas para que dejara de resistirse.

Y al día siguiente, entre rejas, recibían a modo de bienvenida una paliza por parte de sus compañeros de penal.

Ocurría en la cárcel de Sangonera, donde suelen ingresar quienes están en prisión preventiva.

Al mediodía del lunes, en la subida a las celdas cuando los internos volvían del patio. En un espacio sin cámaras.

Muchos presos, «en un remolino», acorralaron a los violadores y empezaron a golpearlos. Los funcionarios intervinieron a toda prisa y evitaron que al senegalés violador y a sus dos cómplices guineanos les dieran la del pulpo.

Dos de los sujetos estaban ligeramente heridos, pero fueron trasladados a la enfermería de la prisión y tras a ser atendidos allí, derivados al hospital, según recoge Ana Lucas en laopiniondemurcia y comparte Periodista Digital.

Uno de los violadores sangraba por la nariz. El otro presentaba un corte en una de la sien, que se solventó con cuatro grapas.

Ya este 22 de agosto de 2018 están de nuevo en la prisión.

Ahora pasan a un régimen especial en el que tienen la categoría de ‘refugiados’. Les han cambiado de módulo y están «especialmente protegidos» de los ataques de otros internos.

EL ESTADO DE LA VIOLADA

Los violadores, por tanto, bien, protegidos, alimentados y con todo tipo de atenciones.

La violada, una mujer de 41 años de origen ucraniano, sigue llena de hematomas, pero ya no tiene el rostro cubierto de sangre, que fue como la encontró en la calle un viandante la noche de autos.

La desventurada ha contado que pudo huir cuando sus agresores, después de dos violaciones consecutivas y cuando el tercero se aprestaba a penetrarla, se distrajeron bebiendo cerveza.

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído