Un escándalo típico del ‘buenismo’ de la izquierda española; que no sólo arruinan el país económicamente cada vez que gobiernan, también ponen en peligro a nuestras hijas dejando libre a elementos tan peligrosos como este depredador sexual. Juan Carlos G. R., un antiguo profesor de gimnasia de un colegio de Málaga, lleva en prisión desde 2002 tras ser condenado por 13 violaciones y 11 intentos de agresión sexual cometidos en Málaga entre 1997 y 2002. Permanece interno en la cárcel granadina de Albolote desde hace siete años y ahora ha pedido que se le conceda el tercer grado para poder salir los fines de semana y también una hora al día, según informa Ideal, según recoge el autor original de este artículo ABC y comparte Ivan Rastik para Periodista Digital.
La prisión presentó un informe desfavorable basado en las opiniones de los educadores y demás componentes de la junta de tratamiento, pero el preso realizó un recurso contra dicho informe que ha sido aprobado por el juez de Vigilancia Penitenciaria de Granada. Por tanto, el pasado 29 de agosto se le concedió el tercer grado. Cierto es que la ley ampara al recluso y el magistrado solo ha aplicado la normativa penitenciaria.
No es la primera vez que los psicólogos y los educadores del centro se oponen a que este preso goce de permisos, ya que viene disfrutando de ellos desde otoño del año pasado sin su aprobación. Esto no ha impedido que el recluso haya salido de prisión para hacer viajes continuos a Málaga, donde cometió sus delitos hace años.
Juan Carlos G. R. fue condenado a 271 años de prisión por sus delitos, aunque finalmente el tribunal le impuso solo 20, el límite legal vigente en aquel momento. Supuso, además, la condena más alta impuesta a una sola persona por la Audiencia Provincial de Málaga en su historia.
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