Agradable de ver, fácil de seguir, pero sin mayores consecuencias
Pasa, pasa ineludible el tiempo sobre nosotros y sobre algunos espectáculos que en su momento tuvieron gran éxito. Esta versión del personaje literario de la cigarrera sevillana que inventó un novelista francés, la estrenó Antonio Gades en 1983 con gran influencia de los hermanos Saura, el cineasta Carlos y en pintor Antonio: nació muy cinematográfica, muy influida por West Side Story, de espaldas a la ópera de Bizet y algo cargada de pretensiones políticas. Pero era una moderna y reciclada visión de las esencias patrias, suscribible por la progresía y aplaudible en el extranjero junto a la visión idílica de la transición española. Hoy resulta un tanto apolillada. La salva lo que salva a todos los espectáculos flamencos cuando hay dudosa innovación, la incomparable fuerza telúrica que los nutre, ese milagro que siempre resulta cuando se reúnen una docena de practicantes del santo sacramento, y cantan, bailan y tocan a su aire lo mismo en un escenario que en una taberna. Lo demás de esta ‘Carmen’, -coreografía, producción-, es aceptable pero ni conmueve ni envejece con autoridad ni coge nuevos vuelos.
Este ‘revival’ que se ofrece ahora en los Teatros del Canal pierde coherencia respecto a la película y no consigue convencernos de las aportaciones que Gades afirmó siempre haber realizado sobre el personaje de Merimée y de Bizet. Habría que haber dedicado menos cavilaciones a hacer de esta peligrosa hembra una agitadora feminista -lo que no aparece ni por asomo en la pieza, porque lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible- y haber aportado lo difícil, aprovechar el regalo musical que nos hizo Bizet y haber fusionado sus grandes momentos operísticos y concertantes con las esencias flamencas autóctonas. Pero de Bizet sólo queda la grandísima habanera (¿y cómo puede ser que aún hoy no haya una versión potable en español?) y cuatro compases más un poco a destiempo. El montaje se recrea en el ‘Verde que te quiero verde’ y sobre todo recurre al baúl de los duendes, -cantes, jaleos y zambras, eso que se ha venido a llamar juerga flamenca-, sin lo cual no habría casi nada sobre el escenario.
La coreografía original ocupa poco sitio -físico y químico- en el espectáculo, y está hilada sobre todo a base de gestos y poses muy cinematográficas pero escasamente bailados. Desfilan los soldados, relucen los cuchillos y se encelan los machos; se recurre en demasía a la antigua fiesta nacional -con una parodia tan larga como inexplicable antes de bajar realmente al ruedo- y se abunda en el resto de nuestros exportables tópicos; apenas la agradable sorpresa del baile del pasadoble al son de El gato montés.
Vanesa Vento y Ángel Gil están pasables. La primera no se cree su personaje y el segundo tiene que hacer de Gades sin gustarle mucho. En el cuerpo de baile no hay convicción: mejores ellas, con más recursos, peores ellos, siempre contoneándose y sacando pecho en esa actitud de machote ridículo que afortunadamente ha pasado ya a la historia en la danza flamenca. La compañía está realizando simultáneamente a las representaciones, una audición para elegir nueva protagonista.
Pero lo cierto es que si en un espectáculo de danza lo que más te gusta es la cantaora Ángela Nuñez “La Bronce”, los cuatro cantaores que la escoltan, y la bulla que con los guitarristas entre todos juntos arman, algo falla.
Otras Carmenes se siguen estrenando. La versión tremendista de Salvador Távora en la temporada pasada en el Español que se subtitulaba ‘Ópera Andaluza de Cornetas y Tambores’. La versión ‘de fusión’ de Aída Gómez un año antes en los Teatros del Canal. Y anteriormente, la de Sara Baras en el Lope de Vega, la cual no conocimos. La actual de Stella Arauzo nos pareció mejor que la de Gómez y con menor fuerza que la de Távora.
La Fundación Antonio Gades fue creada en 2004 y es presidida por su hija María Esteve Flores, figurando como directora su viuda Eugenia Eiriz. En 2008 iniciaron el rescate de la Carmen de Gades y los Saura. Tuvieron la oportunidad de presentar una selección en la Gala con la que el Teatro Real despidió 2010 retransmitida por el canal europeo ‘Arte’. La Compañía está preparando un nuevo programa que incluye el ballet Rango de Rafael Aguilar, y a finales de año actúan en París con más ‘gades’.
Antonio Esteve Ródenas, de nombre artístico ‘Antonio Gades’, fue un personaje representativo de los primeros años de la Transición. Presumiendo de comunista era propietario de uno de los restaurantes madrileños más de moda, una de las mejores villas de Altea y un velero estupendo. Se casó en 1976 con Pepa Flores (la célebre actriz y cantante infantil Marisol) y se divorció diez años después tras tener tres hijas. En 1988 se casó de nuevo con una multimillonaria suiza, Daniela Frey, con la que no viviría más de cinco años. Fue pancatalanista independentista del Bloc d’Esquerra d’Alliberament Nacional (BEAN) y miembro del comité central del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE). Pero sobre todo un admirador incondicional de Fidel Castro, que le condecoró con la más alta distinción cubana poco antes de fallecer. Sus cenizas reciben honores en el Mausoleo de los Héroes de la Revolución Cubana. Pepa Flores se repuso del divorcio años después tras conocer a Máximo Stecchiny, el joven italiano propietario de la pizzería donde solía cenar. Sigue retirada de la vida pública en Málaga y ya tiene un nieto.
Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Nota general: 6
Interés: 5
Coreografía: 6
Interpretación: 6
Escenografía: 5
Producción: 5
Carmen
Compañía Antonio Gades
Dirección artística, Stella Arauzo
Del 29 de ago al 22 de sep
Duración: 1h 30min (sin descanso)
Sobra la obra de Prosper Merimée
Argumento, coreografía y dirección: Antonio Gades y Carlos Saura
Escenografía: Antonio Saura
Música: Gades, Solera, Freire /
Música grabada: Georges Bizet (Carmen), M. Penella (El gato Montés) y José Ortega Heredia/Federico Garcia Lorca (Verde que te quiero verde), Orchestra della Suisse Romande, dirigida por Thomas Schippers, con Regina Resnik, Mario del Monaco, Tom Krause.
Solistas
Carmen Vanesa Vento (Bailarina del Ballet Nacional de España)
Stella Arauzo (día 13)
Don José Ángel Gil / Miguel Lara (días 12 y 13)
Torero Jairo Rodríguez
Marido Miguel Ángel Rojas
Cuerpo de baile
Bailarinas
Maite Chico
María Nadal
Luisa Serrano
Virginia Guiñales
Mercedes Recio
Mª José López
Conchi Maya
Bailarines
Miguel Lara (excepto 12 y 13)
Elías Morales
Pepe Vento
Jacob Guerrero
Isaac de los Reyes
Músicos
Cantaora Ángela Nuñez “La Bronce”
Cantaores Alfredo Tejada, Joni Cortés, Gabriel Cortés, Enrique Pantoja
Guitarristas Antonio Solera, Camarón de Pitita
Director técnico Dominique You
Sonido Beatriz Anievas
Vestuario y utilería Carmen Sánchez
Asistente producción Beatriz Guadix
Fundación Antonio Gades María Esteve, Eugenia Eiriz, Josep Torrent.