Miró y el objeto, las cosas de Miró

La exposición de CaixaForum revela sus sorprendentes fuentes de inspiración

Miró y el objeto, las cosas de Miró
Miró y el objeto - CaixaForum

«Servirme de las cosas encontradas por divino azar, hierros, piedras, como me sirvo de un signo esquemático dibujado por azar sobre el papel o de un accidente ocurrido también por azar. Es tan solo esto, esta chispa mágica lo que cuenta en arte.» Una excelente aproximación al original universo de Joan Miró, al origen de sus fantásticas composiciones, al método con que construía mundos nuevos.

Se trata de leer su trayectoria artística a partir de su motivación por los objetos, recomponer el proceso creativo de Joan Miró (1893-1983) desde sus primeras pinturas hasta sus esculturas en bronce, pasando por los collages y assemblages, rastrear su permanente indagación en torno a las cosas. Nos prometen que el visitante descubrirá al Miró que desafió la pintura y que, precisamente mediante su diálogo con el objeto, contribuyó a una transformación capital de la concepción del arte. Bastante cierto.

Desde sus primeros experimentos con collages basados en objetos y sus esculturas a finales de los años veinte y principios y mediados de los treinta, hasta sus primeros experimentos con la fundición en los años cuarenta y sus piezas de madurez (de los años cincuenta a los setenta), la práctica escultórica de Miró invita a establecer comparaciones y/o diálogos con lo que dejaron en este terreno Picasso, Ernst, Arp, Noguchi, Giacometti, Moore… Y descubrir su punto fuerte: una mirada fantasiosa, un indagar imaginativo, una conexión telúrica con la materia, un trabajo con las formas más que con los conceptos, una inclinación manual más que intelectual hacia el arte.

William Jeffett, reconocido experto en la obra mironiana, ha seleccionado 109 obras entre pinturas, cerámicas y esculturas, procedentes fundamentalmente del fondo de la Fundació Joan Miró completado con piezas escogidas de colecciones públicas y privadas de Europa y América,  y en diálogo con esos objetos que siempre recogió y coleccionó a lo largo de su vida. Abarcan un extenso período que va desde 1916 hasta 1981, y se completa con dos series de fotografías que documentan su forma de trabajar, además de dos documentos fílmicos de apoyo, -la película de 1939 sobre el ballet Jeux d’enfants de Bizet y el documental de Francesc Català-Roca sobre las telas quemadas- más un audiovisual de 12 minutos que divulga las tesis principales del proyecto con intervenciones del propio comisario y el nieto del artista entre otros.

En palabras de Jeffett, «ya en 1927 había utilizado la expresión “quiero asesinar la pintura” para expresar que quería destruir una cierta idea de la pintura entendida como pintura de caballete o tela. Esto le llevó enseguida a utilizar objetos colocados en una relación poética que sugería una forma de representación más allá de la pintura, una intervención en el mundo real.» En la década siguiente, va introduciendo gradualmente materiales más heterodoxos y antiartísticos en su obra hasta considerar su propia pintura como un objeto. Una transformación que revela su profunda crisis respecto a la pintura convencional, una tendencia que le lleva a la cerámica y la escultura. Jeffett apunta: «Miró exploró por primera vez la idea de la antipintura en 1930 en una serie de telas en las que calculó con gran precisión la composición para luego eliminarla tachando la imagen. […] En 1974 Miró realizó una serie de telas quemadas para su granretrospectiva en el Grand Palais de París. Al mismo tiempo, propuso una serie de esculturas en bronce, hechas también a partir de assemblages de objetos, cerámicas y tapices, como expresiones poéticas más allá de la pintura». Obra desafiante que lo posicionaba como un creador vital e innovador. Y sin embargo había cumplido ya 81 años.

Los organizadores destacan la presencia de obras que nunca se habían podido ver en España, entre las que destacan Los juguetes (1924), del Moderna Museet de Estocolmo. Y la llegada desde el MoMa de La espiga de trigo y La lámpara de carburo, dos naturalezas muertas de 1922-1923 que son sus primeros intentos de incorporar objetos humildes a sus obras, así como de tres de los objetos ensamblados que forman la escasa y delicada serie que Miró realizó en 1931, y que vienen de París, Zúrich y Los Ángeles, para finalmente destacar entre sus obras de madurez Cadre-objet [Cuadro-objeto] de 1972 y Les oiseaux de proie foncent sur nos ombres [Los pájaros de presa se extienden sobre nuestras sombras, 1970], un óleo sobre piel de vaca.

ÁMBITOS DE LA EXPOSICIÓN

Son seis: Un mundo de objetos, El asesinato de la pintura, Del collage a la escultura, Cerámicas y primeras esculturas, Escultura en bronce y Antipintura y Grand Palais, 1974.

1. Un mundo de objetos.- A lo largo de su vida, Joan Miró recolectó una amplia gama de objetos, una selección de los cuales se muestra en la vitrina que preside este primer ámbito. «Encuentro todos mis temas en el campo y en la playa. Trozos de ancla, estrellas de mar, piezas de timón, todo aparece en mis composiciones […].» El artista comparte con los dadaístas y los surrealistas su predisposición por la sorpresa y el hallazgo inesperado. Escoge y recopila de aquí y de allá objetos precolombinos, esculturas africanas, herramientas de madera, figurillas de pan, fragmentos de cerámica, siurells (silbatos mallorquines), figuras del belén, dibujos infantiles, títeres, juguetes…

2. El asesinato de la pintura.- «Siento un asco profundo por la pintura; solo me interesa el espíritu puro; y no utilizo los instrumentos usuales de los pintores –pinceles, lienzo, colores– si no es para ser preciso en los golpes que doy. No quiero recordar las reglas del arte pictórico, sino porque me son indispensables hoy día para exteriorizar lo que siento, lo mismo que la gramática es indispensable para expresarse.» En 1930 realiza una serie de (anti)pinturas, donde se presentan imágenes canceladas o tachadas. En este período, Miró piensa que la pintura figurativa ya no responde a la verdad artística. Se acerca entonces al collage y acabará introduciendo elementos cada vez más matéricos en su obra hasta abrir la puerta directamente a los objetos. Sus primeras pinturas tratadas como objetos que, en sí mismas, podrían ser consideradas sus primeras esculturas, aparecen también en esta evolución. Irrumpe en su obra el objeto físico para no abandonarla ya jamás.

3. Del collage a la escultura.- «Solo utilizo los objetos que encuentro; los reúno todos en mi taller, que es muy grande. Pongo los objetos alrededor, por el suelo, y escojo aquel o aquel otro. Junto unos cuantos, y a veces aprovecho elementos de otras esculturas.» Esta técnica le ofrece un nuevo proceso para la generación de imágenes a partir de los fragmentos de papel. El resultado es un lenguaje enigmático, que recuerda a las marcas primitivas de la pintura rupestre o a los dibujos de los niños y que, en ocasiones, fue malinterpretado como abstracto, una filiación que el artista rechazó siempre enérgicamente. Miró explicaba este proceso en 1948: «Solía recortar periódicos en formas no regulares y pegarlas sobre láminas de papel, día tras día acumulé estas formas. Una vez hechos, los collages me servían como punto de partida de las pinturas. No los copiaba. Sencillamente dejaba que me sugirieran formas.» El comisario William Jeffett ha dispuesto en este ámbito un interesante diálogo entre algunas pinturas de 1933 y sus correspondientes collages preparatorios.

4. Cerámicas y primeras esculturas.- En la década de los cuarenta, Miró seguirá utilizando cada vez con más frecuencia materiales inusuales y soportes no asociados a las técnicas tradicionales de bellas artes: conglomerado de madera, fragmentos de metal, fibrocemento, etc.. Estas investigaciones le conducirán, posteriormente, al mundo de la cerámica y de la escultura. De nuevo, los objetos encontrados constituyen una fuente de inspiración. Con el ceramista Josep Llorens Artigas desarrollará entre 1953 y 1956 una colaboración tan intensa que Miró casi abandona por completo la pintura para dedicarse enteramente a esta actividad. La cerámica representa para él un retorno a la esencia, con materiales primarios y una técnica que le resulta completamente nueva.

5. Escultura en bronce.- «Bronce bruto, que se vean todos los pequeños accidentes del yeso y las herramientas. Fundido muy bárbaramente, sacando partido de los accidentes de la fundición y del azar, yuxtaponiendo planchas, dejándolo a pleno aire.» A comienzos de la década de los sesenta optó por utilizar de nuevo objetos encontrados como base para realizar assemblages en bronce. Los objetos utilizados como molde se quedaron a menudo en los diversos talleres de fundición y están siendo recuperados para dejar patente su genuina poética del objeto. Se incluyen varios ejemplos de los objetos originales y los bronces resultantes, algunos de ellas pintados de vivos colores.

6. Antipintura y Grand Palais, 1974.- A finales de los años sesenta y principios de los setenta, Miró continúa cuestionándose la pintura como lenguaje válido para representar la realidad y sigue avanzando en su investigación sobre el carácter objetual de la pintura. Ahora la acomete recortando y acuchillando sus lienzos hasta revelar el soporte material subyacente. En otras ocasiones introdujo clavos en la superficie de la pintura o trabajó con soportes inusuales como cartón, para poner en entredicho la pintura tradicional, creadora de imágenes, y afirmar la materialidad del medio. Este apartado dedica una atención especial a la gran exposición retrospectiva del artista celebrada en el Grand Palais de París en 1974, con una mayoría de obra nueva con la que quiso presentarse como un artista vital, plenamente involucrado en el proceso creativo, provocador e innovador. Se muestra una veintena de piezas de aquella muestra.

En todo ello destacaría a nuestro modo entender la interrelación poética de objetos diversos luego convertida en bronces encargados de fundir en talleres ajenos. «Me siento atraído por una fuerza magnética hacia un objeto, sin premeditación alguna, luego me siento atraído por otro objeto que al verse ligado al primero produce un choque poético, pasando antes por ese flechazo plástico, físico, que hace que la poesía te conmueva realmente y sin el cual no sería eficaz.»

Valoración de la Exposición (del 1 al 10)
Interés: 8
Despliegue: 8
Comisariado: 8
Catálogo: 8
Explicación al visitante: 8
Documentación a los medios: 8

CaixaForum Madrid
Miró y el objeto
Del 10 de febrero al 22 de mayo de 2016
Organización: Obra Social ”la Caixa”, en colaboración con la Fundació Joan Miró Comisariado: William Jeffett, comisario jefe de exposiciones del Salvador Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida).

ACTIVIDADES EN TORNO A LA EXPOSICIÓN

• CONFERENCIA A CARGO DEL COMISARIO
Miércoles 10 de febrero | 19.30 h
Precio de la entrada: 4 €. Aforo limitado
• SIMPOSIO INTERNACIONAL
Viernes 15 y sábado 16 de abril
Miró y la escultura del siglo XX
Este simposio internacional pretende situar la obra de Miró en la tradición de la
escultura moderna. No se trata
de examinar las influencias directas, sino de reintegrar la práctica de Miró en una
historia de la escultura moderna de la que en gran medida ha quedado marginada.
Coordinación: Robert Lubar (New York University)
• RETRANSMISIÓN EN DIRECTO DE LA VISITA GUIADA
Jueves 11 de febrero, a las 20 h
Por primera vez, la Obra Social ”la Caixa” retransmitirá en directo en línea una
visita guiada al centro, a través de Periscope. La visita se podrá seguir desde
https://twitter.com/CaixaForum

Y OTRAS
Para más información:
Departamento de Comunicación de la Obra Social ”la Caixa”
Juan A. García: 913 307 317 / 608 213 095 / [email protected]
http://www.lacaixa.es/obrasocial

CaixaForum Madrid
Paseo del Prado, 36 28014 Madrid
Tel. 913 307 300
Horario: abierto todos los días, de lunes a domingo, de 10 a 20 h
Precios : Entrada gratuita para clientes de ”la Caixa”
Entrada para no clientes de ”la Caixa”: 4 € (incluye el acceso a todas las exposiciones)
Entrada gratuita para menores de 16 años.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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