El angelote exterminador

Una fallida apuesta del Teatro Español y un pinchazo de Blanca Portillo en su afán de ser director

El angelote exterminador
El ángel exterminador - Teatro Español (ensayos)

Apostar por una versión teatral dirigida por Blanca Portillo de la célebre película de Luis Buñuel tenía que ser un éxito seguro por la lógica de sumar nombres famosos y pudiendo no escatimar con los fondos públicos del Teatro Español para ofrecer un espectáculo de alto nivel. Y sin embargo, aunque las entradas se venden y el último sábado había lleno completo, estamos ante un grandísimo fracaso artístico, de los más sonoros en los últimos tiempos.

La versión de Fernando San Segundo resulta muy inferior al guión original de Luis Alcoriza, supliendo silencios e insinuaciones por un texto directo, plano y tosco, plagado de tacos y malsonancias, carente de matices. La trama de degeneración progresiva de los personajes aumenta en crudeza exhibicionista con continuos improperios, peleas y agarrones, y hasta una violación anal que nutre el profundo desagrado visual con lo que se desarrolla en el escenario, manchas de excrementos, devoramiento de carne cruda, rastros sanguinolentos… Era de temer, pero supera lo previsible. Para colmo, San Segundo añade un personaje nefasto, una especie de bruja histérica inspirada en aquellas ‘furias’ de la plebe parisina que hacían calceta mientras la guilotina actuaba ante sus narices.

Esta desagradable y superflua criatura se pasa el tiempo en el patio de butacas por mor de una desafortunada puesta en escena que supone un continuo trasiego fuera del escenario de otros personajes desconcertantes -inspector de policía, agente barbilampiño, profesor particular de los hijos de una de las parejas encerradas- así como no pocas incursiones del resto del elenco entre los espectadores, convirtiendo ese recurso clásico de acercar la escena al público en un laberinto con parte de las butacas vueltas del revés y algunas zonas donde el paciente espectador debe ponerse en pie una docena de veces para dejar pasar a unos y a otros en trayectorias ioncomprensibles.

Todo ello nos lleva a negar siquiera un aprobado raspado a la dramaturgia de Fernando Sansegundo siendo mediocre la escenografía de Roger Orra, el salón de una mansión acotado en un módulo con cristaleras, poco expresiva la iluminación de Juan Gómez Cornejo y trabajado el vestuario de Marco Hernández. En cuanto al espacio Sonoro de  Mariano García nos vemos obligados a señalar que es desastroso el volumen de los micrófonos, que no se entienden gran parte de los parlamentos (quizás debido al efecto distorsionador de la urna acristalada donde han sido encerrados los pobrecitos cómicos), y que nos recordó insistenmtemente la obligación ineludible para quienes velamos por el espectáculo teatral, de denunciar el abuso actual del uso injustificado de micrófonos que está agravando la creciente artificialidad de un arte, el teatral, que descansa en la voz y la presencia humana al natural.

En cuanto al supuesto homenaje a Tomaz Pandur que reclama la propuesta, parece más bien teórico. Veinte actores y actrices en acción, algo poco frecuente en estos tiempos. Aceptables los anfitriones y sus invitados, algo menos la servidumbre y rematadamente nefastos los ya mencionados añadidos, quizás por el plus suplementario de la cercanía. Teatro de máscaras, impostura, teatralidad con comillas. Juanma Lara y Alberto Jiménez resultan tan repugnantes como se pretende, Víctor Massán está en su sitio en cuanto se libera de la horma de mayordomo, y a la pareja joven hay que situarla al ínfimo nivel de la furia tejedora (¡pobre Raquel Varela!)

¿Y la directora Blanca Portillo? Pues navega entre aguas procelosas, no consigue imprimir un sesgo convicente a los actores ni mover con presteza el esquema dramático espolvoreado entre el  público y las bambalinas, marcando un retroceso en su esfuerzo de los útimos años por devenir señora directora. Reconoce que pretender hacer de nuevo El ángel exterminador sería una tarea tan banal como imposible. Reconoce que El ángel exterminador ya existe, pero que el entramado teatral la permite volver a mirarla con los ojos de hoy, ese hechizo de no poder salir de un recinto que en todo momento permanece abierto, preguntarse en qué medida nos afecta y bucear en nuestro subconsciente. ‘Mirar el presente a través de los ojos de Buñuel’, dice: ¿pero cómo miraría Buñuel el presente y a quién le importa un bledo?

Sansegundo dice no querer enmendar la plana ‘al admirado y pertinaz aragonés’ pero que trata de ‘tragar y deglutir a un creador admirado’, como cuando el ínclito Buñuel adaptó a su admirado Galdó. ‘Eso pretendo: no traicionar, sino leer a partir de’. Pero se inclina obsequioso ante el populismo reinante. Ya hizo para Portillo una versión de ‘La avería’, el cuento de F. Dürrenmatt, en 2011, y un ‘Julio César’ de la obra de Shakespeare, y un ‘Donde hay agravios no hay celos’ para Helena Pimenta. Pero esta vez no acierta a actualizar ni tampoco a fidelizar. Mejor hubiera sido permanecer en el México de los años cuarenta donde todos recordamos las campanas de la iglesia colonial y el metafórico rebaño de corderos.

No hablemos del Te Deum final, paradoja de agnósticos inconsecuentes imitando el denostado ceremonial sacro y reconociendo su imbatible teatralidad- y menos de la interminable prédica de un monseñor absurdo. El jabonoso final musical obtiene del público el efecto deseado. Derrotado y cautivo, aplaude y aplaude una pieza de simplón espectáculo.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 5
Texto: 5
Dirección: 6
Interpretación: 6
Puesta en escena: 5
Sonido: 0
Producción: 7
Programa de mano: 6
Documentación a los medios: 6

Teatro Español
EL ÁNGEL EXTERMIANDOR
De Luis Buñuel
Dirección Blanca Portillo
Versión Fernando Sansegundo
Del 18 de enero al 25 de febrero de 2017
 
REPARTO 
Hugo Alcaide – Dani Muriel – Juan Calot – Alfredo Noval – Inma Cuevas – Alex O’Dogherty – Abdelatif Hwidar – Francesca Piñon – Ramón Ibarra – Cristina Plazas – Alberto Jiménez – Camilo Rodriguez – Juanma Lara – Irene Rouco – Víctor Massán – Mar Sodupe – Anabel Maurín – Mª Alfonsa Rosso – Manuel Moya – Raquel Varela.
 
EQUIPO ARTISTICO 
 
Dramaturgia –  Fernando Sansegundo
Escenografía –  Roger Orra
Iluminación – Juan Gómez Cornejo
Vestuario – Marco Hernández
Espacio Sonoro – Mariano García
Fotografías y cartel –  Sergio Parra
Ayte. Dirección  – Carlos Martínez – Abarca
Ay. Iluminación –  David Hortelano
Ay. Vestuario –  María Arroniz

Una producción del Teatro Español 

Horario
De martes a sábado 20h. Domingos 19h.
Entradas de 5 a 22€. Espectáculo incluido en abono de temporada.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

Lo más leído