Así que pasen 43 años

Otro aniversario de aquellos fusilamientos y la forma de saber lo que realmente ocurrió

Así que pasen 43 años
Portada del diario Informaciones de esa tarde

El 27 de septiembre de 1975 tuvieron lugar los fusilamientos de tres integrantes del FRAP y dos miembros de ETA sentenciados a la pena de muerte junto a otros siete militantes de ambos grupos por los asesinatos de cuatro miembros de las fuerzas de orden público. Todavía el recuerdo de aquello estremece a los que lo vivieron de cerca y conmueve a cualquiera que se acerque a los hechos. Frente a versiones sesgadas de un lado y de otro, que a menudo solo buscan servirse de la memoria con fines de manipulación política, existe un acercamiento cuidadoso, completo y veraz a aquellos hechos, el que establecen ‘Crónica de medio siglo. Del FRAP a Podemos’, una iniciativa singular que resumiremos a continuación en la parte referente a este trascendental año de 1975

Su primera serie ya publicada, –‘La chispa y la pradera’– consta de once episodios y un anexo documental. Tras avanzar desde los años 60 en los titulados Los prochinos y su quimera (1960-1967), De Mayo del 68 al Proceso de Burgos (1968-1970), Afanes revolucionarios (1971-1973), Aquel Primero de Mayo (1973), Entre Carrero Blanco y Puig Antich (1973), y El franquismo se tambalea (1974), llegamos a la génesis y desarrollo de lo que pasó hace cuatro décadas.

AL ATAQUE

Em el séptimo episodio, titulado ‘Al ataque’, se repasa el último trimestre de 1974 para encarar el año decisivo de 1975. Mientras los restantes grupos de la extrema izquierda de inclinaciones maoístas -ORT, MCE, PCEi- moderan sus posiciones y se unen a las plataformas moderadas -rivales pero afines- que levantan el PCE y el PSOE, el FRAP ha iniciado su deriva radical y ha formado su primer ‘grupo de combate’ en Valencia en la primavera. En esos momentos englobanmdo a todas sus organizaciones y núcleos activos noo tendría más de un millar de integrantes, y el paso de la teoría revolucionaria a la práctica violenta produce no pocas bajas en sus filas. Por ejemplo, el primer núcleo del PSOE en Granada que formaría Alfonso Guerra en 1974, estaba formado por un grupo de profesores que venían del FRAP.

En su último discurso navideño televisado, Franco no olvida ‘nuestra emocionada gratitud a las Fuerzas de Orden Público, que con su sacrificio y permanente vigilia, hacen posible que los españoles sigamos disfrutando de ese gran tesoro que es nuestra paz interior; que estamos empeñados en preservar, evitando a toda costa que pequeños grupos de agentes profesionales de la subversión puedan alterarla’.

El nerviosismo con que comienza 1975 la clase política es enorme, aunque poco se filtra al exterior desde las alturas del Régimen. Embajadas y servicios de información intentan calibrar lo que realmente pasa entre un sinfín de rumores. En este contexto, la CIA dará por buenos informes que aseguran que existen negociaciones económicas con la familia Franco para que fuercen la marcha del dictador.

Muy serios conflictos laborales en Potasas de Navarra y la Seat de Barcelona, más el cierre casi completo de la universidad de Valladolid, anulando los exámenes y por tanto castigando a ocho mil estudiantes a repetir curso, confirman que la situación interna empeora. El comité permanente del FRAP llama a iniciar acciones armadas mientras comparte su radicalismo con el Polisario que ya está en abierta rebelión en el Sahara.

Entre octubre de 1974 y febrero del 75 se han registrado seis muertos y varios heridos por los disparos de la policía, 3.500 detenidos, 300 condenados por el TOP, miles de trabajadores sancionados y despedidos, cierre de universidades, multitud de actos culturales prohibidos. En el ámbito de unos medios de comunicación cada vez más contrarios a la continuidad del franquismo, durante los seis primeros meses de este año dos publicaciones han sido cerradas, otras dos suspendidas, 33 secuestradas y 10 expedientadas; además, 16 periodistas han sido procesados, 8 detenidos y cuatro encarcelados.

El Gobierno de Arias Navarro decreta el 25 de abril el estado de excepción en Guipúzcoa y Vizcaya por tres meses, durante los cuales habrá dos mil detenciones y más de un centenar de atentados derechistas. Al día siguiente de su promulgación, el fiscal militar cursa su petición de pena de muerte contra los etarras José Antonio Garmendia y Ángel Otaegui por el atentado mortal contra el guardia civil Gregorio Posadas.

Varios frapistas que vienen huyendo de sus lugares de origen ya han llegado a Madrid y van a integrar los primeros grupos armados. Está a punto de comenzar el verano de 1975.

VERANO SANGRIENTO

En el octavo episodio, titulado ‘Verano sangriento’, se comienza relatando como en mayo, los dirigentes del FRAP reunidos en Perpiñán han acordado iniciar un levantamiento popular que implante una república popular y federativa. La ofensiva frapista será débil, no conseguirá despertar suficientes simpatías, y chocará de forma suicida con la solidez del aparato estatal, que de un zarpazo va a desbaratarla. Todo ello aparece vívido en estas páginas.

Se organizan precariamente los primeros grupos armados en una carrera contra reloj para desbaratar los preparativos del posfranquismo, las que consideran maniobras continuistas en curso. Y así, tienen lugar los primeros atentados contra policías uniformados. El 14 de julio es asesinado de varios disparos un miembro de la policía armada en los alrededores de la glorieta de Cuatro Caminos en Madrid. Entre el 15 y 22 de julio la policía detiene a los presuntos responsables. El 18 de julio se realiza un ataque a tiros contra una comisaría de Hospitalet, cuyos presuntos responsables y ejecutores serán detenidos en septiembre siguiente. El 24 de julio, es herido otro policía en el barrio madrileño de Prosperidad y también son detenidos dos acusados de ser autores del atentado. El 30 de julio ers detenido el etarra Juan Paredes Manotas, y acusado de haber matado al cabo primero de la Policía Armada Ovidio Díaz López en el curso de un atraco.

El 2 de agosto muere un guardia civil y es herido gravemente otro por los disparos de un comando que no es del FRAP sino formado por otro embrión armado que aún no tiene nombre pero que se llamará GRAPO. El 13 de agosto se da a conocer la petición de pena de muerte para cuatro acusados del homicidio de Cuatro Caminos. El 16 del mismo mes, es abatido un teniente de la Guardia Civil en Madrid. A los pocos días son detenidos cinco presuntos dirigentes y autores del atentado en el transcurso de una gran redada.

El día 26 de agosto el Gobierno aprueba un decreto-ley antiterrorista que establece juicios sumarísimos con carácter retroactivo y que equivale a un estado de excepción de dos años de duración prorrogables. El 11 de septiembre se celebra el primer consejo de guerra contra imputados frapistas. El 17 del mismo mes el segundo, el Sumarísimo 1/75. El resultado es un total de siete sentencias de muerte, tres en el primero y cuatro en el segundo. Además, Otaegui ha sido condenado a muerte el 30 de agosto y Paredes es igualmente sentenciado a la pena capital el 19 de septiembre.

Será el momento más importante de la historia del FRAP, quizás el único por el que sus siglas han pasado a la historia, el momento en el que se convierte en protagonista clave del final del franquismo lanzando una ampulosamente bautizada ‘ofensiva armada’ con cuatro pistolas encasquilladas y una escopeta de cañones recortados, mediante emboscadas indiscriminadas, sin preparación alguna. Dirigentes irresponsables, -no solamente los altos cargos de Suiza, sino también los cuadros medios en Madrid, Barcelona o Valencia- lanzaron a jóvenes ciegos de idealismo fanático a acciones desesperadas y suicidas, que se convirtieron no obstante en factor de gran peso para terminar de desestabilizar al franquismo y abrir paso a la Transición pactada entre los evolucionistas del Régimen y la oposición moderada: justo el efecto contrario al que buscaban.

LOS FUSILAMIENTOS

El noveno episodio de esta primera serie, titulado ‘Los fusilamientos’, está dedicado al que puede considerarse el acontecimiento más impactante del medio siglo de historia que recorrerá la Crónica (1960-2010), los cinco fusilamientos del 27 de septiembre de 1975, los tensos prolegómenos que vive el país, la fuerte reacción internacional que desatan.

Cuatro consejos de guerra han dictado diez penas de muerte en apenas dos semanas, siete para militantes del FRAP y tres para miembros de ETA. El 26 de septiembre de 1975 el consejo de ministros confirma cinco y conmuta otras cinco. Al día siguiente, las penas son ejecutadas en Burgos, Barcelona y Madrid. El Régimen morirá matando y de alguna manera dispara un sexto tiro de gracia, contra sí mismo, en esta reacción a la desesperada.

El 1 de octubre, Franco preside una masiva concentración de apoyo en la plaza de Oriente acompañado de su sucesor ‘in pectore’, el príncipe Juan Carlos. Al mismo tiempo, varios policías son asesinados en venganza por las ejecuciones; la acción dará nombre a los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), que nacen emulando al FRAP pero sin relación con él y hasta en dura competencia.

Son cinco los capítulos de este libro noveno. En ‘Tensa espera’ se pasa revista a las intensan dos semanas que preceden a las ejecuciones, con el FRAP diezmado, acusado por el resto de la izquierda de practicar un terrorismo provocador, mientras son vanas las peticiones de clemencia. El segundo -‘En capilla’- relata las últimas horas de los condenados y las protestas y disturbios que esa noche conmueven Lisboa, París y otras muchas ciudades. ‘El Palancar’ es el nombre del campo de tiro a donde son conducidos en su último viaje los tres frapistas, y con ese título el capítulo tercero retrata como se producen los fusilamientos de estos y los de Ángel Otaegui en Burgos y Juan Paredes en Barcelona. El cuarto capítulo -‘Horror y pavor’- es un detallado panorama de las reacciones que el hecho despierta dentro y fuera de España, y finalmente el quinto certifica tal como se titula ‘El relevo de los GRAPO’.

Así fueron aquellos fusilamientos, sus antecedentes y su desenlace. Apenas dos semanas después el dictador enfermará de gravedad, y a su agónico final se dedica el siguiente episodio de la Crónica de medio siglo, el décimo. El 21 de octubre se confirma oficialmente que ha sufrido una crisis de insuficiencia coronaria aguda. Con su fallecimiento un mes después se inicia ‘Cambio de Régimen’, el undécimo y último episodio de la primera serie.

El autor, José Catalán Deus, es el creador y editor de esta Guía Cultural. Sobre su biografía y obra pueden seguirse estos vínculos.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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