La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Noche de Paz para los cristianos de Darfur, China, Irak o la India

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.

Esta noche, todos los cristianos celebraremos el nacimiento de Jesús de Nazaret hace más de dos milenios. Al abrigo de la lumbre, en compañía de nuestra familia, en la soledad del que está más sólo que nunca, en el frío del que está en la calle con más frío que nuca… todos celebramos que Dios se hizo de carne y hueso para morir por nosotros y así hacernos vivir por siempre. Dios es Amor. Dios es Vida. Dios es Paz.

Y Dios es don, porque todos nosotros somos imagen y semejanza de Aquél que por su exclusiva gracia nos dio la vida y nació en el sitio más pobre del mundo. Nació y murió como un perro. Abandonado por casi todos. Perseguido. Con la sangre de los Santos Inocentes como primer testigo, con la suya en muerte de cruz después. Por todo ello, esta noche es de justicia que nos acordemos de aquellos discípulos suyos que en este 2008 sufren por su fe. Pensemos en los cristianos que hoy se reunirán por y para Cristo en Darfur, China, Irak o la India, entre muchos otros países.

Ellos celebrarán la venida de Dios de un modo puro: en clandestinidad, en recogimiento, en sencillez, con miedo humano pero con la esperanza que va más allá de este mundo. Allí están nuestros misioneros, nuestros obispos más valientes, los cristianos capaces de morir por coherencia con la Verdad que defienden con las armas del Amor. Esta noche es para ellos. Son lo mejor de nuestra Iglesia. Son los primeros en el camino que lleva a Aquél que un día nos pidió que tuviéramos la fuerza para defender su nombre: Jesús de Nazaret. Dios.

En Darfur, China, Irak o la India nos llevan mucha ventaja. Tendrían que ser ellos los que se acordaran de nosotros, que nos sumergimos en guerras de balcones, apelamos al verdadero espíritu navideño, nos insultamos entre nosotros mismos por ver quién es más puro en la cercanía al Mesías… Los desgraciados somos nosotros. Pero puesto que aún estamos en este mundo, es justo y necesario que recemos por aquellos que hoy sufren por ser seguidores de Cristo… y que mañana serán los primeros en gozarlo.

¡Feliz Natividad a todos!

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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