La muerte aúlla y gime
Ni en sus peores pesadillas, José jamás pensó que sería así: a sus treinta años, siempre se ha sentido un fracasado, pero al menos esperaba un final más dulce. A una vida marcada por continuos fiascos, con el principal hito de no haber encontrado jamás a esa mujer soñada con la que compartir al menos un escarceo, ahora se suma un