Un guía turístico llamado Erik Storm colocó la cámara en una hendidura para poder grabar el movimiento de la lava.
Sin embargo, mientras contaba a los turistas una historia sobre el volcán, se olvidó de la cámara.
Así comienza esta curiosa historia narrada en National Geographic en la que la cámara fue alcanza por la roca incandescente.
La lava quemó la carcasa exterior pero el dispositivo siguió recogiendo imágenes.