Meghan Markle y el príncipe Harry llegaron a Sudáfrica el pasado lunes 23 de septiembre de 2019. Durante su segundo día en el país africano, se han desplazado hasta el barrio Bo Kaap -popular por sus casas de colores y estrechas calles- para contemplar la belleza de la mezquita Auwal, que allí se ubica. Se trata del templo islámico más vetusto de Sudáfrica (data de 1794).
Para la ocasión, la duquesa de Sussex ha optado por un outfit de estilo sahariano, conformado por un vestido camisero en verde caqui ajustado a la cintura y complementado por un fino velo en color beige, en consonancia con sus babuchas planas.
Es la primera vez que vemos a la exactriz con una mantilla en la cabeza. El motivo que le llevó a colocárselo para cubrir su cabello fue por respeto a la tradición.
Durante los momentos previos a su llegada, cientos de personas aguardaban deseosas por ver a una de las parejas más populares y queridos de la realeza británica. Cánticos populares y orquestas callejeras amenizaban el tiempo de espera. En cuanto aparecieron, tanto el líder de la comunidad musulmana, Mohamed Groenwald, como el iman Sheikh Ismail Londt les dieron una calurosa bienvenida.
Una vez dentro, han ojeado el primer manuscrito del Corán en el país y se han encontrado con diversas agrupaciones practicantes para conocer la labor que desarrollan para fomentar la buena relación entre las diferentes religiones de la región.