Con más o con menos razón, ya lo dijo hace unos días Jaime Peñafiel en ‘Todo Es Mentira’: «Doña Letizia está obsesionada con su cuerpo».
La forma física es un quebradero de cabeza para nuestra reina y, en parte, la ‘falta’ debería interponérsele a quienes analizan con lupa todas y cada una de sus apariciones, como si necesariamente tuviera que acertar. En ocasiones, da la sensación de que se nos olvida que es un ser humano, como tú y como yo. Y los humanos fallamos constantemente. Lo que ocurre es que a algunos se les permite más que a otros (Letizia es de los segundos).
El pasado miércoles 9 de octubre de 2019, la esposa de Felipe VI se desplazó hasta el Teatro La Latina para presidir el Día Mundial de la Salud Mental 2019. Para la ocasión, repitió un outfit que le hemos visto en varias ocasiones. Sin embargo, lo que llamó la atención no fue el vestido, ni los complementos. Lo verdaderamente llamativo es su cambio de ‘registro textil’, y no nos referimos a firmas, ni a estilo, sino al largo de las prendas. La experiodista parece haberse despedido del corte ‘mini’ que tanto veneraba para abrazar el ‘midi’.
En lo que llevamos de 2019 no le hemos visto las rodillas en un solo acto, lo cual revela que, además de haber bajado el largo de sus faldas y vestidos, prefiere evitar enseñar las piernas. Una determinación que tomaron hace algún tiempo otras royals como Kate Middleton.
