Es innegable que doña Letizia está cada día más bella y radiante, del mismo modo que también lo es que todo esto no se debe a la ‘obra y gracia’ de algún dios, sino a la técnica del ‘refreshing’.
Las intervenciones estéticas a las que se ha sometido la reina en los últimos años son ‘vox populi’; tanto es así, que es el ejemplo de miles de mujeres españolas cuyo deseo es lucir igual de espléndidas que la esposa del jefe de Estado.
A sus 47 años, es el modelo a seguir por quienes persiguen algo así como ‘la fórmula de la eterna juventud’, si es que se le puede llamar así a los tratamientos y cuidados constantes a los que se somete periódicamente.
En Yo Dona se refieren a ella como alguien «capaz de transformar patitos feos en cisnes (o casi)» y llegan a compararla con Maribel Yébenes, Massumeh y Carmen Navarro:
«A la primera le estaré eternamente agradecido por haberme hecho perder siete kilos cuando más lo necesitaba. La segunda saltó a la fama por sus carísimas cremas a base de caviar iraní aunque fabricadas en España. Los clientes de la tercera la adoran y durante un tiempo se rumoreó que rejuvenecía a la plana mayor del PP de la era Aznar/Botella, además de muchas estrellas del ‘showbiz'».
El ‘método refreshing’ de Letizia aflora cada vez que su imagen evoluciona de forma inversa a la lógica temporal, algo así como lo que le ocurría a Benjamin Button.