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Probablemente hayas oído hablar de la moringa. O no.
En los últimos años los superalimentos se han puesto de moda.
Ahora se bebe té matcha, se come açaí bowl y se experimenta con todas las semillas habidas y por haber.
Pero aunque muchos lo consideren una mera moda, para otros es sinónimo de salud.
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Antioxidante, hidratante y fuente natural de vitamina C
Otro de los más míticos en el ranking de superalimentos es la moringa.
Esta semilla, procedente de un árbol tropical originario de la India y algunas regiones de África, se conoce comúnmente como ‘el árbol de la vida’ debido a todos los beneficios, propiedades farmacológicas y nutricionales que alberga.
Además, de la moringa se aprovecha todo, todo. Desde sus semillas, hasta las raíces, las hojas…
Nutricionalmente, se considera un superalimento altamente nutritivo ya que se utiliza incluso para aliviar la desnutrición en zonas subdesarrolladas y a su vez, posee la capacidad de clarificar y purificar el agua de los ríos.
También estimula las defensas del cuerpo y ayuda a desintoxicarlo.
Por esa razón, de la semilla de moringa se extrae un péptido que es el que nos aportará la limpieza, purificación y protección necesaria contra los efectos nocivos del día a día. Además, esta planta contiene altos niveles de vitamina C y es rica en betacarotenos y minerales.
Los múltiples fines (y los noventa nutrientes que contiene) no solo te ayudarán si la ingieres. Ahora la moringa también se ha convertido en uno de los productos más utilizados en rutinas de belleza.
Al ser una de las plantas más antioxidantes del mundo, ayuda a decelerar el envejecimiento y proteger contra enfermedades degenerativas. Por eso la moringa también está presente en cremas, sérums, champús, bálsamos labiales o incluso en fijadores de maquillaje.
Su capacidad para filtrar las impurezas la convierte en un desintoxicante maravilloso. Y su acción rejuvenecedora, en nuestra mejor aliada. Y tú, ¿te sumas a la moda de la moringa?
Anna Alarcón: @_annalarcon
