Es la única manera. El tiempo no parece pasar para Jennifer Lopez.
A sus 53 años, la diva del Bronx puede presumir de tener un cuerpo escultural y las curvas más deseadas del planeta.
Sin embargo, la espectacular figura de la estrella no es por arte de magia.
Además de tener una genética privilegiada, la intérprete de Ain’t Your Mama se mantiene firme y disciplinada en su entrenamiento, que forma parte de su día a día.
La constancia y los buenos hábitos son señas de identidad de J Lo, quien no se olvida de ponerse en forma ni en vacaciones.
Tanto es así que la cantante, que se ha escapado a St Tropez, donde, además de disfrutar de unos días de descanso después de un año intenso a nivel de emociones personales y profesionales, también ha cogido las mancuernas para tonificar brazos. Y no unas cualquiera…
La artista de On The Floor comparte la misma afición por el deporte que su marido, Alex Rodriguez, quien ha acompañado a la cantante en esta sesión fitness a bordo.
Después de realizar la tabla de ejercicios pertinente, la actriz de Sucedió en Manhattan se subió al trampolín de la embarcación con un bañador blanco en el que puede leerse la frase Forever Young en letras doradas y un kimono en color mostaza, para posar frente a unos amigos.
Como toda una instagramer, que acumula casi 100 millones de seguidores en la Red, la bailarina estaba protagonizando una explosiva fotografía que, más tarde, compartiría con sus followers.
