Finde con sabor a mujeres

El domingo próximo se celebrará el Día Internacional de la Mujer (Trabajadora), cumpliéndose exactamente 90 años de luchas para nuestros derechos fundamentales en ese bello, pero terrible planeta.

En efecto, según las hemerotecas, esa tradición arrancó en EE.UU. y 1919, fruto de una iniciativa del Partido socialista norteamericano de la época.

Esa nueva Jornada constituye una oportunidad no solamente para chequear los progresos realizados, sino también para examinar los (múltiples) motivos para seguir protestando.

Los optimistas dicen que el siglo XXI será de las féminas, pero a pesar de las leyes reforzando nuestros derechos, ningún país alcanza el pleno reparto igualitario entre sexos opuestos. En la práctica, conciliar vida familiar y laboral para las mujeres sigue siendo un angustioso interrogante y la repartición de los roles muy tradicional. En regla general, trabajamos mucho más que nuestros maridos o compañeros, que sea en casa, fábricas u oficinas, bajo lluvia de críticas, discriminaciones salariales, maltrato psicológico y mobbing permanente.

¿Además, cuántas mujeres han sido ya asesinadas con lo que va de año? Por tanto, siguen más que nunca vigentes las reivindicaciones nuestras para alcanzar libertad, igualdad, justicia, paz y desarrollo en un mundo que ha perdido la brújula.

Para la condición femenina, gozar de esos soñados bienes básicos depende también de la nacionalidad. Muchas mujeres de países en desarrollo no se reconocen forzosamente en el espejo, combate y realidad de sus hermanas del Primer Mundo. Basta mentar el drama de las afganas, iraníes, indias o africanas, sometidas a ritos y costumbres violando sus derechos más fundamentales. En cuanto a su papel social, se reduce a casarse, callarse siempre y procrear hasta que su cuerpo aguante. Su representación parlamentaria es escasa o nula. Sobreviven infravaloradas, mártires de una realidad cotidiana de extrema crudeza, donde el cegador burka, brutales palizas, asesinatos e infanticidios de recién nacidas siguen de actualidad y la libertad, inalcanzable.

Patriarcales modelos de sociedad anticuados, comportamientos estereotipados, ancestral repartición conservadora de los roles, credos obsoletos, discriminación ciega, racismo, violencia y machismo cavernícola campan a sus anchas en ese horrendo año 2009. Ya en su época, Aristóteles consideró a la mujer “un proyecto fallido de macho”, cuya virtud mayor era el silencio (verbigracia la sumisión). El resultado sigue transformando la existencia de millones de mujeres en una infinita carrera de obstáculos, con exigencias de mayor grado de excelencia y paciencia en sus puestos de trabajo. Bien conocida es la misoginia de la clase política imperante y el sólito machismo de la jerarquía masculina.

Con nuestra dolorosa historia hicimos la Historia, desde la rebelde Lilith, su sucesora Eva, pasando por la huelga sexual de Lisistrata, las revolucionadas parisinas hambrientas, radicales “sufragettes” anglosajones, el Women Lib norteamericano, la lucha para la alfabetización femenina, el esfuerzo de las mujeres rurales y todos los movimientos sociales que pasito a pasito, nos llevarán hasta la igualdad. ¿Es tan difícil entender que somos complementarios?

El 8 de marzo es por consiguiente, una fecha fundamental para continuar reivindicando. Empero, insisto en mi sueño dorado, no tener que celebrar más dicha Jornada: significaría por fin, vivir en un mundo más justo, equilibrado y libre, que la guerra de los sexos ha terminado y que todas nuestras metas progresistas han sido alcanzadas.

Mientras pasan los siglos y llegue el milagro, tarde o temprano siempre triunfa el sentido común, amigas (y amigos), os propongo como el año pasado, un brindis solidario, dulce como una caricia (femenina): se hace llenando de cubitos de hielo su shaker 1 cl. de licor de fresa, mora o frambuesa, igual de licor de pera y 4cl. de Martini rojo. Sacudir unos minutos y verter en un vaso Martini muy fresco, decorado con una cáscara de limón. Salud, suerte a todas/todos y seguir reclamando.

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Autor

Marie José Martin Delic Karavelic

Marie José Martin Delic Karevelic, apasionada periodista culinaria autora del blog ‘Fogon’s Corner’ en Periodista Digital.

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