Las verduras de la huerta tudelana, a ciegas

Más de 400 niños toman parte en un taller en el que tocan y comen verduras con los ojos vendados

– La iniciativa busca que los pequeños descubran los distintos sabores de estos alimentos.

DIEGO CARASUSÁN . TUDELA Martes, 5 de mayo de 2009 – 04:00 h.
La relación entre los niños y la verdura suele estar más cerca del odio que del amor.
De hecho, cuando se les sirve sobre su plato, muchos de ellos no la quieren ni ver.
Esto es, precisamente, lo que propone el novedoso taller «Verduras en la oscuridad» incluido en las XV Jornadas de Exaltación de la Verdura que Tudela acoge durante esta semana.

La actividad pone a los niños, con los ojos vendados, ante un plato con distintos tipos de verduras que deben identificar a través del tacto y el gusto.

El promotor y responsable de este taller es Santiago Cordón Aguirre, jefe de cocina y propietario del restaurante Trinquete de Tudela, quien ya había realizado experiencias similares en su local con adultos.

«En mi local ofrezco menús «a ciegas» con maridaje de platos y vinos.

Pensé que podía ser interesante hacer algo parecido con los niños y las verduras, para que los pequeños descubran estos alimentos y dejen de estar reñidos con ellos», indicó Cordón, quien ayer dirigió los primeros talleres.

Cata con cuatro sentidos
Desde ayer y hasta el jueves, más de 400 niños de todos los colegios de Tudela pasarán por la carpa que la Orden del Volatín -organizadora de las jornadas junto al ayuntamiento- ha instalado en el paseo del Queiles durante las Jornadas de la Verdura para participar en este novedoso taller.

El desarrollo de la actividad será igual para todos los grupos participantes.

Los niños se sientan en una mesa y se les vendan los ojos con una tela negra. Inmediatamente después, ante cada uno de ellos se sirve una bandeja con verduras crudas que los pequeños tiene que tocar.

«Los chavales desgranan habas y guisantes, tocan espárragos y cebollas, y hacen crujir alcachofas. Al tener los ojos tapados, se agudiza el resto de sentidos, con lo que, además del tacto, esta parte del taller trabaja los sentidos del olfato y oído», señaló Cordón.

Todos y cada uno de los niños participantes en el taller «Verduras en la oscuridad» se llevaron como regalo una bolsa con los productos que tocaron y degustaron durante la actividad. Los pequeños se llevan a casa espárragos, alcachofas, habas, guisantes, ajos frescos, y cebollas.

«Es una forma de dar continuidad al taller fuera del recinto donde se celebra y llevar las verduras a la casa de cada niño. Además, puede servir para que muchos padres descubran, a la vez que sus hijos, los diversos tipos de productos de nuestra huerta», explicó el cocinero tudelano Santiago Cordón Aguirre, promotor del citado taller.

En este sentido, Cordón advirtió desconocimiento existente sobre verduras entre la población adulta. «Los padres jóvenes y los que no son de la comarca, sobre todo los inmigrantes, no conocen bien estos alimentos y, de este modo, es difícil que se los den a sus hijos», señaló Cordón, quien pone como ejemplo las dificultades que él mismo tiene para encontrar a empleados «que sepan pelar y limpiar verdura».

«Para las próximas jornadas me gustaría organizar un taller-concurso de limpieza de verduras que sirva para promocionar las verduras entre los adultos», adelantó.

Todos y cada uno de los niños participantes en el taller «Verduras en la oscuridad» se llevaron como regalo una bolsa con los productos que tocaron y degustaron durante la actividad.

Los pequeños se llevan a casa espárragos, alcachofas, habas, guisantes, ajos frescos, y cebollas. «Es una forma de dar continuidad al taller fuera del recinto donde se celebra y llevar las verduras a la casa de cada niño.

Además, puede servir para que muchos padres descubran, a la vez que sus hijos, los diversos tipos de productos de nuestra huerta», explicó el cocinero tudelano Santiago Cordón Aguirre, promotor del citado taller.
En este sentido, Cordón advirtió desconocimiento existente sobre verduras entre la población adulta.

«Los padres jóvenes y los que no son de la comarca, sobre todo los inmigrantes, no conocen bien estos alimentos y, de este modo, es difícil que se los den a sus hijos», señaló Cordón, quien pone como ejemplo las dificultades que él mismo tiene para encontrar a empleados «que sepan pelar y limpiar verdura».
«Para las próximas jornadas me gustaría organizar un taller-concurso de limpieza de verduras que sirva para promocionar las verduras entre los adultos», adelantó.

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Autor

Mª Rosario Aldaz Donamaría

Mª Rosario Aldaz Donamaría, profesora de cocina y repostería, autora libro escuela de cocina navarra "El Bosquecillo" y abierta a cualquier sugerencia, opinión o comentario.

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