.-No utilice los recipientes en que se cocinaron o sirvieron. Guarde la comida en raciones pequeñas, y utilice recipientes limpios, poco profundos y que puedan taparse.
.-Para alimentos enlatados abiertos (espárragos, olivas, sardinas, tomate frito, etc), deseche siempre el envase –pues su interior puede oxidarse rápidamente- y consérvelos con su caldo.
.- Los platos cocinados deben consumirse, refrigerarse o congelarse en menos de dos horas. Este tiempo depende de la temperatura ambiente: en verano las bacterias pueden reproducirse y resultar nocivas en menos de una hora.