Ante escalofriantes noticias sobre menores de edad que cometen asesinatos, violaciones y otras atrocidades, abundan las sesudas reflexiones que se preguntan qué es lo que tanto está influyendo en las nuevas generaciones que las impulsa hacia la violencia.
Muchos culpan a las películas, series y dibujos animados que emite la televisión, y a ciertos videojuegos.
Pero ¿cuál es la capacidad real de estos productos para domar las voluntades infantiles? Detrás de niños con conductas muy agresivas suele haber un fracaso familiar, familias desarmadas.
El efecto de las películas y la televisión en la infancia depende mucho de lo que rodea al niño… Lo más preocupante en nuestra sociedad es la ausencia activa de los adultos en el mundo de los niños.
Debemos tener más relación con ellos, estar mas presentes en su vida.
Vamos perdiendo autoridad y después cuando aparecen problemas nos preguntamos por qué.
«Los jóvenes -escribe uno de ellos necesitamos sobre todo sentirnos queridos, no sentirnos solos; tener a alguien con quien compartir nuestras alegrías y nuestras penas. También, que cuenten con nosotros.»