Dinamarca gana la apuesta contra el desperdicio de alimentos

Dinamarca gana la apuesta contra el desperdicio de alimentos
Supermercado Pixabay

En Europa, 100 millones de toneladas de comida acaban cada año en basuras y vertederos. A nivel mundial, las cifras son todavía más abrumadoras: cada año se desperdician más de 1.3 billones de toneladas de alimentos. Las consecuencias de este despilfarro no solo afectan a la economía de las empresas productoras, es un desaprovechamiento de energía, agua y fuerza de trabajo; por no hablar de las emisiones de gases nocivos que producen las plantas de descomposición de alimentos.

Estas alarmantes cifras han llevado a algunos países a tomar cartas en el asunto. A la cabeza de estos países se encuentra Dinamarca, que en cinco años ha reducido en un 25 % el desperdicio de comida. Y lo ha hecho gracias a la implicación directa de particulares, empresas y cadenas de supermercados.

Selina Juul, activista comprometida
La lucha contra el despilfarro alimentario tiene un nombre propio: Selina Juul. Esta diseñadora gráfica rusa se mudó a Dinamarca en la década de los 90 y constató una realidad que le produjo un gran impacto: la mayoría de supermercados y restaurantes daneses desperdiciaban enormes cantidades de comida, mientras que países como el suyo las estanterías estaban casi vacías.

Juul denunció esta situación a través de su cuenta de Facebook e inició una campaña de concienciación que pronto obtuvo respuesta por parte de la población. La activista fundó la plataforma Stop Spild Af Mad (freno al desperdicio de comida), que ha conseguido implicar a empresas como Nestlé y Unilever, cocineros famosos e incluso grandes cadenas de supermercados del país, como Rema 1000.

Veto a las ofertas 2×3
¿Cómo han conseguido reducir en Dinamarca el desperdicio de comida? Un ejemplo práctico es la supresión en muchos supermercados de las ofertas tipo «pague dos y llévese tres», que incitan a comprar más de lo necesario. Otro recurso que utilizan es vender las hortalizas por unidades, y no por manojos, de manera que el producto nunca acaba pudriéndose en la nevera. Las bolsas de pan de molde son más pequeñas que en España y los paquetes de carne con caducidad corta se venden a precios muy reducidos.

Otras iniciativas exitosas en Dinamarca son las tiendas We Food, que venden los productos «feos» desechados por las grandes cadenas, o la aplicación de móvil Too good to go, en la que los restaurantes ofrecen sus restos sobrantes a muy bajo precio. En el ámbito de la restauración destacan además dos hechos relevantes: todos los restaurantes disponen de bolsas especiales para que el cliente se lleve a casa la comida que no consume; además, los establecimientos tipo «buffet libre sin límite» han prácticamente desparecido.

Apoyo de Start ups emergentes
La concienciación danesa en contra del despilfarro alimentario cuenta con el apoyo de otros sectores productivos del país. Algunas start ups emergentes, vinculadas al mundo de la moda, el diseño o a la joyería para hombre, han manifestado su apoyo a la iniciativa. También se han implicado positivamente empresas comprometidas con el medio ambiente que comercializan, entre otros productos, pulseras cuero hombre, bolsos de material ecológico o complementos del vestir con elementos reciclados.

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