Ingredientes:
24 bizcochos de soletilla.
300 gramos de Mascarpone.
200 gramos de Philadelphia.
½ vaso de café solo.
Un chorrito de ron.
150 gramos de azúcar.
2 cucharadas de cacao en polvo.
Modo de hacerlo:
Mezcla los dos quesos y el azúcar en un bol y trabájalos hasta que quede una fina masa moldeable.
El café se mezcla con el licor, reservándolo.
Preparar moldes de silicona en forma de pirámide (o si gusta otro molde, dá igual, si se quiere hacer pequeñas porciones moldeadas)
Ayudándose de manga pastelera con boquilla gorda, como de un centímetro, se cubre el fondo y los bordes con la mezcla de quesos, dejando un hueco en cada porción. En ese hueco se pone una porción de bizcocho empapado en el café y se acaba de cubrir con la mezcla de quesos, alisando la superficie ayudándose con una espátula de acero.
Una vez puesto en los moldes se pone en el congelador por lo menos una hora y media.
Para servir se presentan desmoldeados en plato o fuente ligeramente espolvoreados con cacao puro.
Puede hacerse un sencillo adorno con chocolate derretido.
Es necesario desmoldarlos y presentarlos congelados, un rato antes de ser sevidos.
Puede presentarse formando una pieza mayor como explico a continuación.
En un recipiente cóncavo (fuente honda o ayudándose de un aro).
Cubre la base de la bandeja o fuente con bizcochos de soletilla, agrega al café endulzado el chorrito de ron y una cucharada de cacao en polvo y humedece los bizcochos. Unta con cuidado una capa de la crema de quesos y dispón una nueva capa de bizcochos humedeciéndolos a continuación con la mezcla de café.
Termina la crema de quesos esparciéndola sobre los bizcochos y dejando una superficie lisa.
Se esparce sobre la suprficie virutas de chocolate y el cacao en polvo restante en un colador y espolvorea sobre el tiramisú.
Introdúcelo en la nevera y déjalo reposar unas horas, aunque casi se puede comer al momento, mejora su sabor tras su reposo.
