INGREDIENTES:
Un kilo de acelgas.
250 g de zanahoria.
250 g de calabacín.
Un diente de ajo.
Sal y pimienta blanca molida.
50 g de mantequilla.
50 g de queso Roquefort.
MODO DE HACERLO: Las zanahorias, raspadas y lavadas, se parten a pequeñas tiras y de las acelgas, se separa lo verde de lo blanco; lo blanco se parte a pequeños trozos, como las zanahorias, y juntas se lavan con abundante agua fría y se ponen a cocer con agua y sal durante 30 minutos.
Retiradas del fuego, se escurren y se refrescan con agua fría, reservándolas. En el momento en el que se vaya a servir, se calientan rehogandolas con la mantequilla.
El calabacín lavado y troceado junto con el ajo y con lo verde de las hojas lavadas y picadas se cuece aparte, con agua hirviendo y sal durante 30 y se tritura fina juntamente con la nata y el queso Roquefort, se rectifica de sal y se mantiene caliente para servir.
Se presenta en platos individuales o en fuente amplia, poniendo primero la crema verde y en el centro las verduras que se rehogaron.
NOTA: La vitamina A se produce en las sustancias vegetales, en forma de Caroteno = Color.
Para que estas sustancias – «Provitaminas»- se transformen en Vitaminas han de ser ingeridas juntamente con una porción de grasa.
La Vitamina A es resistente al calor y no se disuelve en lea agua de lavar ni en la de la cocción. En cambio se pierde en la evaporación y se oxida en contacto con el oxígeno.
La Vitamina A es imprescindible para el crecimiento, para la formación y conservación de los epitelios.
Una de las funciones más importantes de la Vitamina A se relaciona con el proceso de la visión y con la adaptación en la oscuridad.
La remolacha roja tiene mucha más Vitamina A que la blanca o que el nabo. El pimiento rojo tiene cuatro veces más que el verde. Igual pasa con la zanahoria y las demás verduras.
Las verduras de hoja verde tienen mucha más Vitamina que las que tomamos solamente los tallos.