GREDIENTES:
(Para la masa)
250 g. de galletas «tostadas».
125 g. de mantequilla.
40 g. de clara de huevo.
(Para el relleno de chocolate y el adorno)
200 g. de chocolate negro.
150 g de mantequilla.
Dos yemas de huevo.
100 g. de almendra.
Azúcar glas para espolvorear.
MODO DE HACERLO: Moler las galletas, finas, y por igual (se consigue triturándolas con el rollo de madera sobre el mármol y pasándolas por un colador para que el molido resulte uniforme). Se pone en recipiente hondo. Se le añade la mantequilla derretida a fuego suave, sin hervir. Se pone las claras de huevo y se mezcla bien, primero con espátula y después con la mano hasta que se comprueba que la masa es algo compacta.
Se prepara un molde en forma de aro de 22 centímetros de diámetro, puesto en una bandeja de horno que quepa también en la nevera.
Con la pasta anterior se forra el fondo adaptándolo mucho con la mano. Se mete a horno moderado (175º), durante unos siete minutos, lo suficiente para que tome un poco de consistencia (se nota tocándolo con el dedo), sin que llegue a tomar más color.
Retirar hasta que se enfríe. (No retirar el aro).
El relleno de chocolate
Modo de hacerlo: Derretir el chocolate a baño-maría y a fuego muy suave. Añadir las yemas mezclándolo bien y fuera del fuego incorporar la mantequilla, poco a poco y ablandada como una pomada, (a temperatura ambiente).
Verter sobre la base que tenemos preparada, que se extienda por igual y dejar reposar en sitio fresco hasta que se esté frío y consistente.
Se pone un borde de almendra fileteada y tostada, se espolvorea ligeramente con azúcar glas y se sirve frío.