1. Encender el horno. Se precalentará a unos 200º C
2. Se colocan los pimientos en una bandeja que introducimos en el horno (preferiblemente en la bandeja de en medio), Bajar la temperatura del horno a 180º dándoles de vez en cuando una vuelta.
Dependiendo de la clase de pimientos a los 30-40 minutos deben estar hechos.
3. Los sacamos y envolvemos en papel o los ponemos en un recipiente, tapados, dejándoles reposar unos 10-15 minutos o hasta enfriar. Esto es importante para poderlos pelar mejor. Para envolverlos puede utilizar papel de periódico ya que mantiene muy bien el calor.
4. Para pelarlos es conveniente que tenga un cuenco con agua cerca. Le será útil para dejar las semillas y la piel del pimiento que a veces se pega a los dedos.
5. Una vez que están pelados, se abren por la mitad y se retiran las semillas, y colóquelas en una fuente.
6. Sazonar con sal. Por último, un buen chorro de aceite de oliva.
Son estupendos para acompañar platos de pasta y arroz blanco. También se pueden tomar como aperitivo.