INGREDIENTES:
50 grs. de gambas.
50 grs. de harina.
50 grs. de mantequilla.
100 grs. de espinacas cocidas.
1/2 litro de leche.
Nuez moscada.
Sal. Pimienta blanca molida.
Huevo y pan rallado.
Aceite para freír.
MODO DE HACERLO: Las espinacas, se pican muy menudas.
En cacerola, se pone la harina y la mantequilla se acerca a fuego suave para que se funda, se mezcla y se hace hervir. Cuando hierve se añade de una vez la leche hirviendo, se agita con varillas para que quede fina, se añade las gambas muy picadas y las espinacas muy escurridas y picadas.
Se hace hervir dos minutos, condimentándolo a gusto con sal, pimienta blanca molida y nuez moscada. Se vierte a un recipiente hondo, reservándolo hasta enfriar. Una vez frío o un poco templado, se forman pequeñas porciones que se van echando sobre la mesa espolvoreada con harina. Con la mano, sobre el mármol, se forman bolitas y se reservan hasta que estén frías. Se envuelven en huevo batido con una cucharada de agua, en pan rallado, y se fríen en abundante aceite frito bastante caliente. Se escurren en rejilla y se sirven sobre servilleta o en cajitas de papel, como los bombones.
EL ACEITE- CONSEJOS O SUGERENCIAS
El aceite de oliva no es más graso que el de otras semillas ni aporta al organismo más calorías.
Todos los aceites proporcionan al organismo 9 calorías por gramo.
El aceite se conserva perfectamente en su recipiente, sobre todo si es de vidrio, lejos de la luz y sin excesivos cambios de temperatura.
Envejece a los dos años como máximo.
A la hora de freír: Está a punto de fritura cuando empieza a humear. Empieza a humear a temperatura elevada, a 240, a 210 la manteca de cerdo, a 140 la margarina y a 130 la mantequilla.
Debemos evitar que el aceite se caliente en exceso. Para ello, usar recipientes de fondo grueso.
Cerciorarse de que los productos que vayamos a freír y la misma sartén o freidora estén limpios y completamente secos antes de empezar.
Calentar siempre el aceite lentamente. No utilizar nunca el fuego intenso.
No tener la llama o temperatura de la placa demasiado alta y menos continuamente.
Asegurar que las llamas no suban por encima de los bordes de la sartén.
Alejar el agua o vapor que se puede desprender de las tapaderas y que se transforma en agua pudiendo caer en el aceite y saltar.
Tener cuidado de que los mangos de la sartén no sobresalgan del fogón, para evitar el peligro de moverlo al pasar.
Controlar, poniendo al empezar algo para freír: pan, cebolla o un trocito de patata. Cuando esto esté dorándose tendrá ya el punto.
A continuación mientras se fríe, mantener la temperatura a nivel constante, teniendo en cuenta que los alimentos que ponemos a freír al empezar, hacen bajar la temperatura de la fritura.
No trasladar nunca la sartén de un lado a otro con el aceite caliente.